INTRODUCCION. LINEA POLITICA DEL PC DE CHILE.




¡QUE EL CAMINO DE CERCAR LAS CIUDADES DESDE EL CAMPO,
SE IMPONGA DESDE LA MISMA RECONSTITUCION!


Partido Comunista de Chile

                                                                     Noviembre, 2017


1.      EL PARTIDO COMUNISTA.

El Partido Comunista de Chile es la vanguardia organizada del proletariado chileno, que tiene un objetivo inmediato, la conquista del poder en todo el país y una meta suprema, el comunismo en todo el mundo. La consecución de estas metas requiere que el Partido Comunista cumpla la tarea central de organizar y dirigir la revolución chilena con guerra popular, de forma que sirva al desarrollo de la revolución proletaria mundial.

La revolución chilena comenzó en torno de 1922 con la fundación del Partido Comunista por Luis Emilio Recabarren; pero tras su muerte prematura, en menos de una década fue traicionada. Desde la década del 30, durante 80 años, el revisionismo electorero, abandonó la ideología, las metas y la tarea central del proletariado; hizo del partido un apéndice de gobiernos burgueses a través de supuestos “frentes populares”, enfrentó a quienes se oponían a esta política entreguista, con una lucha interna liquidadora, expulsando a sus oponentes, quemando literatura, escondiendo “la gran polémica” desarrollada internacionalmente por el Partido Comunista de China contra el revisionismo de Kruschov, se convirtió en aliado a sueldo del social imperialismo soviético e impulsor por tanto, de la vía pacífica Kruschovista a través del gobierno de Allende. Le opusieron al fascismo de Pinochet, la estrategia del social imperialismo soviético: levantar a las masas (su “rebelión de las masas”), organizar acciones armadas (su fpmr), con el objetivo de ofrecer treguas (su ruptura con el fpmr) a cambio de negociar su participación en el aparato estatal (el plebiscito del 88). Durante la década del noventa vencieron la resistencia interna a presentarse como “renovados”, es decir a presentarse públicamente como renegados del marxismo, condición que la gran burguesía les impuso para participar en elecciones; condición que han estado asumiendo gradualmente hasta convertirse en la actualidad, en renegados revisionistas del marxismo. Con el nuevo milenio y frente a este adocenado servilismo a la clase burguesa, un destacamento de revolucionarios reivindicamos al Partido Comunista de Chile para la clase obrera, planteamos rescatarlo de las fauces podridas del revisionismo, retomando la ideología de la clase, el marxismo leninismo maoísmo, enarbolando a Recabarren, fundador del partido, y bajo esta guía desde el 2009, desarrollando la reconstitución del partido, con metas políticas y organizativas en función de preparar, iniciar y desarrollar la guerra popular, en campo y ciudad, campo principal, ciudad complemento necesario, en aplicación armada del camino de cercar las ciudades desde el campo, hacia la conquista del poder.

En este combate contra el imperialismo, las clases opresoras, la reacción y el revisionismo, suscribimos rigurosamente las siguientes condiciones:


CONDICION DE MAOISTAS.

Nos reafirmamos
En nuestra ideología, la ideología del proletariado, el marxismo leninismo maoísmo, principalmente maoísmo;
La teoría revolucionaria de los partidos comunistas en el mundo, y específicamente, del Partido Comunista de Chile.

Nos reafirmamos
En enarbolar el marxismo leninismo maoísmo, propagándolo en todos los planos;
Defenderlo sin capitulación, ante todo ataque del imperialismo, de la reacción, y del revisionismo;
Y aplicarlo en todo y para todo, en el proceso de la revolución mundial y de la revolución chilena.

Nos reafirmamos
En el trabajo y lucha constantes
Porque el maoísmo sea mando y guía de la revolución proletaria mundial
Y específicamente, mando y guía de la revolución chilena hasta el comunismo.  

Tomamos la ideología como base y guía de la línea política general,
De nuestras políticas específicas y de nuestros planes y acciones.




CONDICION DE COMUNISTAS

Somos comunistas.
En la lucha de clases nos ponemos del lado de las masas populares, de las clases explotadas;
Y de todas ellas asumimos la posición y la ideología de la clase obrera,
Porque objetivamente el proletariado es la clase más revolucionaria
Y por tanto es clase dirigente de toda revolución, única clase que garantiza el rumbo al comunismo.

Y somos comunistas además,
Porque estamos organizados en un Partido Comunista, marxista leninista maoísta,
Partido en función de preparar y conducir la guerra popular
Para la conquista del poder político en nuestro país, con rumbo al comunismo.

Reiteramos.
Ponerse de lado de las masas populares y asumir el marxismo leninismo maoísmo,
Son dos condiciones muy importantes que caracterizan a todo revolucionario maoísta.
Pero un comunista debe tener una tercera y fundamental condición,
Debe estar organizado en un Partido Comunista,
Un Partido forjado a la luz del marxismo leninismo maoísmo, 
Y con un estilo de trabajo marxista leninista maoísta.   


2.      SOBRE LA LINEA POLITICA GENERAL

La línea política general es el conjunto de leyes generales que rigen la lucha de clases por el poder en nuestro país, quiere decir que la línea política en última instancia, resuelve el problema de cuál es el camino que sigue la revolución chilena y especifica las leyes que gobiernan ese camino. El camino de la revolución chilena es del campo a la ciudad, es el camino de “cercar las ciudades desde el campo”, corresponde a la revolución democrático-nacional que debe destruir las tres cadenas que oprimen a nuestro pueblo: la gran propiedad agraria terrateniente, el dominio imperialista principalmente norteamericano y el gran capital de la gran burguesía; tres cadenas que caracterizan nuestra sociedad como semifeudal, semicolonial, con capitalismo burocrático.
El camino de cercar las ciudades desde el campo, se aplica poniendo el peso del Partido Comunista en el campo y  desenvolviendo una guerra popular bajo el principio “campo principal, ciudad complemento necesario”, construyendo el nuevo poder, el poder popular con las Bases de Apoyo en el campo hasta la insurrección y toma de ciudades en todo el país. Hoy, que nos encontramos en “culminar el tránsito a la segunda etapa de la reconstitución del Partido Comunista de Chile”, es imperativo tener bien claro que este camino, es la síntesis de nuestra línea política. Hoy planteamos que el camino de cercar las ciudades desde el campo debemos aplicarlo desde la misma reconstitución. Hoy planteamos que aplicar el camino de cercar las ciudades desde el campo o abandonarlo, es la lucha de la izquierda contra la derecha en el partido. Es la lucha por aplicarlo desde la misma reconstitución del partido, repudiando el criterio pequeño burgués de no ir al campo o abandonarlo para concentrarse en las comodidades de la ciudad, es decir reinsertarse en el orden social del capitalismo burocrático, que construye grandes ciudades; lo que a fin de cuentas es oponerse a la revolución democrático-nacional, a la guerra popular, a la conquista del poder.

Para conducir la revolución, todo Partido Comunista requiere de una línea política general comprobada en la lucha de clases de las masas, máxime si como lo ha planteado el Presidente Mao,
“El que sea correcta o no la línea ideológica y política, lo decide todo. Cuando la línea del Partido es correcta, lo tenemos todo: si no tenemos hombres, los tendremos; si no tenemos fusiles, los conseguiremos y si no tenemos el Poder, lo conquistaremos. Si la línea es incorrecta, perderemos lo que hemos obtenido”.

La cuestión no es si se tiene o no una línea política, pues como lo plantea el Presidente Mao, toda agrupación política aplica una línea política de manera consciente o a ciegas, una línea sistemática o en desorden; la cuestión central es que la línea que se aplique sea correcta.

¿Cómo elaborar y desarrollar la línea política general? El Presidente Mao dijo:
“Para hacer la revolución, se necesita un partido revolucionario. Sin un partido revolucionario, sin un partido creado conforme a la teoría revolucionaria marxista-leninista y al estilo revolucionario marxista-leninista, es imposible conducir a la clase obrera y las amplias masas populares a la victoria sobre el imperialismo y sus lacayos”.

Al referirse al estilo de trabajo revolucionario dijo:
“Armado con la teoría e ideología marxista-leninistas, el Partido Comunista de China ha aportado al pueblo chino un nuevo estilo de trabajo, que consiste principalmente en integrar la teoría con la práctica, mantener estrechos vínculos con las masas populares y practicar la autocrítica”.

Y en lo referente a la política:
“poner en el puesto de mando la política proletaria”.

Sintetizando, la elaboración y desarrollo de la línea política general es una cuestión de ideología, de política y de estilo de trabajo. En consecuencia, nuestra orientación para elaborar y desarrollar la línea política general es la siguiente:
“Teniendo como guía el marxismo leninismo maoísmo, poner la política al mando en todo, integrando la teoría con la práctica, en el trabajo de masas y en medio de la lucha de dos líneas.”

Durante ocho años de reconstitución, hemos desenvuelto lucha de dos líneas con el objeto de perseverar en esta orientación, generando acciones, documentos, un sistema orgánico y un activo depurado. Esta experiencia ha sido la base para sancionar la Línea Política General para la reconstitución del Partido Comunista de Chile. Los documentos que forman parte de esta línea política general son los siguientes:

  1. Línea internacional.
  2. Línea nacional.  
  3. Línea de construcción.
  4. Enarbolar y desarrollar el pensamiento de Recabarren.


3.      CRITERIOS BASICOS PARA LA LPG


Siendo la ideología, base y guía de la línea política general, el Partido Comunista de Chile subraya, los siguientes criterios colocándolos como base sobre la que se levanta la línea política para la reconstitución.

-          Las masas hacen la historia.
-          El proletariado es la clase más revolucionaria, es clase dirigente de toda revolución y es clase que garantiza el rumbo al comunismo.
-          Los intereses de clase del proletariado son:
·         Su supervivencia como clase, defendida con lucha económica por demandas que se resumen en: más salario, menos jornada y mejores condiciones de trabajo.
·         Su supremacía como clase, conquistada con la lucha política por el poder y su defensa. 
·         Su eliminación como clase, consumada en el proceso de ingresar al comunismo, junto a la eliminación de toda clase social.

-          La posición del proletariado es:
·         El comunismo como meta suprema. La sociedad sin clases, sin propiedad privada y sin Estado. La culminación de la emancipación de la mujer.
·         La conquista del poder político como objetivo inmediato. Lo que implica abolición de la explotación del trabajo ajeno e inicio del proceso de emancipación de la mujer.
·         La guerra popular dirigida por el partido, como único medio para conquistar el poder, defenderlo y desarrollarlo, hasta ingresar al comunismo, ingreso garantizado por el “mar armado de masas”.
·         La dictadura del proletariado, el Estado proletario como último Estado en la historia que garantiza el rumbo al comunismo.
·         El socialismo como último sistema social de clases, que suprimirá las clases, la propiedad privada y el Estado, materializando el ingreso al comunismo.

-          El partido del proletariado es el Partido Comunista y su ideología el marxismo leninismo maoísmo. 
-          El peligro principal en el partido es el revisionismo de todo tipo y las convergencias.
-          La lucha contra el revisionismo se da en tres niveles: en las masas, en el Partido y principalmente en la dirección del Partido, que es “vórtice de la tormenta”.
-          La reconstitución del partido comunista consiste en aplastar al revisionismo y aplicar el principio maoísta de construcción, en función de preparar e iniciar la guerra popular.

Partido Comunista de Chile

Noviembre, 2017.

LINEA INTERNACIONAL DEL PC DE CHILE




¡Proletarios de todos los países, uníos!


LÍNEA INTERNACIONAL

Partido Comunista de Chile
Noviembre, 2017

Como parte de la reconstitución del Partido Comunista de Chile iniciada el 2009 y guiados por el marxismo leninismo maoísmo, hemos esbozado la Línea Internacional de la revolución chilena bajo el principio del internacionalismo proletario. La revolución chilena, por encima de sus peculiaridades, es parte y sirve a la revolución proletaria mundial. Se sirve a la revolución mundial, haciendo la guerra popular en el país y luchando por la unidad del movimiento comunista en el mundo.

En la presente Nueva Era que se desenvuelve desde 1917, la revolución proletaria mundial completará el barrimiento del imperialismo y el establecimiento del socialismo. Para alcanzar esta brillante perspectiva, se necesitan guerras populares dirigidas por partidos comunistas guiados por el marxismo leninismo maoísmo y militarizados. El camino zigzagueante hacia esta perspectiva, es un proceso prolongado de destrucción y construcción simultánea, donde la destrucción va primero y la construcción es principal. Destrucción de los viejos Estados y sus fuerzas armadas reaccionarias; construcción del partido comunista, de la guerra popular y del poder en cada país. Este poder conquistado se expresará en las futuras nacientes repúblicas populares y socialistas, un nuevo campo socialista, poderoso sistema de bases de apoyo que bajo la dirección de una Internacional Comunista, impulsará decisivamente la guerra popular mundial hasta la victoria completa: el socialismo en toda la tierra. Pero mientras al socialismo llegamos parte por parte, país por país, al comunismo ingresaremos todos o nadie. Sobre esa base socialista conquistada en toda la tierra, ingresaremos a otra Nueva Era, para culminar la extinción de las clases y el Estado, completando así el camino hacia el resplandeciente comunismo.

Los problemas complejos de la situación internacional actual, primero, no niegan la Nueva Era, ni su perspectiva, porque son parte de los zigzags; segundo, provienen del hecho que las fuerzas reaccionarias a punto de perecer, lanzan últimas y desesperadas embestidas, presentando un aparente poderío. Estas siniestras embestidas se caracterizan en el periodo actual, por el uso de la guerra de baja intensidad, la misma que hoy se presenta como intervenciones militares selectivas, montajes de “acuerdos de paz” y siniestras campañas de propaganda contrarrevolucionaria. Y tercero, problema central es el revisionismo, el viejo y el nuevo.

El revisionismo de todo tipo se presenta como oportunismo de derecha y oportunismo de ‘izquierda’. Como línea oportunista de derecha (LOD), el revisionismo difunde en la clase y en las masas populares, pacifismo, cretinismo parlamentario, participación en el Estado reaccionario y reacomodo en el orden social dominante. Como línea oportunista de izquierda (LOI), el revisionismo difunde frentismo negando la necesidad del partido comunista; difunde militarismo, planteando que el fusil manda al partido; practica lucha armada con treguas, guerra popular sin bases de apoyo, sin conquista del poder para el proletariado y masas populares; practican guerrillas errantes, en una palabra lucha armada que los conduce a buscar o aceptar treguas, “acuerdos de paz”, a entregar las armas e insertarse en el orden imperante. Ambas líneas, de izquierda y derecha, conducen a la capitulación, a la renuncia de objetivos, al abandono de las tareas, de la lucha armada por el poder, a no reconstituir los partidos comunistas para la lucha armada y quedarse con el nombre y las declaraciones de intenciones, a no preparar e iniciar la guerra popular, planteando que no hay condiciones y que es apresurado. Sin aplastar estas líneas oportunistas, sin aplastar al revisionismo de todo tipo, no podremos barrer al imperialismo y la reacción mundial. En esta lucha distinguimos a los revisionistas recalcitrantes de quienes tienen convergencias con el revisionismo. Esta distinción nos lleva a unir a la izquierda o línea roja, ganar a los ‘convergentes’ y aislar a los recalcitrantes revisionistas para aplastarlos en tres niveles: en las masas, en el partido y sobre todo en la dirección del partido. El centro o “vórtice” como bien lo llamó el Presidente Gonzalo, de esta lucha contra el revisionismo está en la dirección de los partidos comunistas, allí se da su expresión más aguda y decisiva.

La presente línea internacional consta de dos cuestiones fundamentales: la caracterización de la situación internacional en la que nos encontramos y la caracterización de la revolución proletaria mundial a la que pertenecemos y servimos, siendo ésta última lo principal.


I.                    CARACTERIZACION DEL PANORAMA MUNDIAL


Ceñidos al materialismo dialectico, partimos de que la base de la situación internacional son las relaciones económicas imperialistas (materialismo); y que sobre esta base se levantan las cuatro contradicciones fundamentales de la época imperialista (dialéctica).

Marx demostró que la libre competencia genera la concentración, y que esta conduce al monopolio, pero no conoció el imperialismo; fue Lenin quien lo caracterizó completamente. El imperialismo, fase superior y ultima del capitalismo, es un capitalismo monopolista, parasitario y agonizante. Estas relaciones económicas imperialistas caracterizan la base económica de la situación mundial. El monopolio es la negación de la competencia pero no la destruye, con el dominio de los monopolios la competencia entra en descomposición, y el capitalismo en agonía; por tanto el imperialismo es capitalismo en descomposición, agonizante, una fase de transición al socialismo; de la plena libertad de competencia, a la socialización completa. Esta circunstancia en la base económica, muestra la inevitabilidad histórica del hundimiento del imperialismo y del triunfo del socialismo, pero es la revolución proletaria mundial la que lleva a cabo el barrimiento del imperialismo y la construcción del socialismo, es decir, el paso de los monopolios imperialistas en manos de un puñado de magnates, al monopolio general de la producción, en manos del proletariado.
En el plano político, mientras al capitalismo de libre competencia le corresponde la democracia burguesa, al capitalismo imperialista le corresponde la reacción política, antesala del fascismo. En la época imperialista la democracia burguesa también entra en descomposición, reaccionarizándose cada vez más. A la concentración de la economía le corresponde la concentración de la política. En consecuencia y de acuerdo con Lenin, es una ilusión pretender levantar sobre una economía monopólica, una política de libertad y democracia burguesa completas. La reacción y el revisionismo, engañan a las masas cuando afirman que sí es posible democratizar el Estado, sin tocar los monopolios en la base económica.    
En el plano de la política colonial, durante el capitalismo de libre competencia existían territorios “libres” y la vieja política colonial se basaba en el reparto territorial por “libre conquista”. En la época imperialista todos los territorios están ya repartidos y la nueva política colonial imperialista se basa en el reparto territorial por la fuerza del capital y principalmente de la guerra imperialista. Las guerras de conquista de la libre competencia, son reemplazadas por las actuales guerras imperialistas de agresión y de reparto. Mientras el reparto económico se produce entre los grupos económicos o monopolios, el reparto territorial se realiza entre grupos políticos, entre Estados; pero el Estado imperialista, es el instrumento de dictadura de la clase burguesa monopolista, los grupos políticos sirven a los grupos capitalistas, a las facciones en la clase burguesa imperialista, y por tanto el reparto territorial sirve al reparto económico. Tras las guerras de reparto entre Estados, existen intereses de grupos o monopolios en contienda.
En el plano del Estado. El capital financiero, que es la unión del capital industrial y bancario, se une a su vez con el Estado imperialista, formando oligarquías financieras, las que han construido monarquías financieras con apariencia de repúblicas burguesas. Lenin dice que
en la época del capital financiero, los monopolios de Estado y los privados se entretejen formando un todo y tanto los unos como los otros, no son, en realidad, más que distintos eslabones de la lucha imperialista entre los más grandes monopolistas por el reparto del mundo”; y que la política internacional del capital financiero es “la lucha de las grandes potencias por el reparto económico y político del mundo”.

En síntesis la situación mundial tiene como base las relaciones económicas imperialistas, constituidas por el carácter monopólico, agonizante y parasitario del capitalismo imperialista, base económica a la que le corresponde la reacción política, antesala del fascismo, reacción política que se define como creciente reaccionarización de la democracia burguesa en descomposición, en un proceso en el que a la concentración económica le corresponde la concentración política; que por tanto es engaño siniestro pretender democratizar el Estado y la política sobre una base económica monopolista; que el capital financiero se ha fundido con el Estado imperialista, o lo que es lo mismo, los monopolios privados están entrelazados con los monopolios estatales, y en consecuencia, el reparto económico entre monopolios, se realiza a través del reparto territorial entre Estados imperialistas, por medio de las guerras de rapiña y guerras mundiales de reparto, potenciando de esta manera la violencia; y que la etapa imperialista como lo señala Lenin, es el transito del capitalismo de libre competencia vigente hasta el siglo XIX, al socialismo y que sobre esta base económica de tránsito, la revolución proletaria mundial ha de barrer completamente al imperialismo instaurando el socialismo en toda la tierra.     


LAS CONTRADICCIONES FUNDAMENTALES Y LA CONTRADICCIÓN PRINCIPAL.

Las relaciones económicas imperialistas se basan en la dominación imperialista sobre los países atrasados. Lenin dijo:
Los países adelantados han creado y siguen creando su cultura con la posibilidad de vivir a expensas de mil millones de habitantes oprimidos. Porque los capitalistas de estos países reciben mucho por encima de lo que podrían recibir como ganancia por el expolio de los obreros de su país”.

Sobre esta base Lenin estableció el rasgo distintivo, la contradicción principal en la época imperialista: 
“El rasgo distintivo del imperialismo consiste en que actualmente, como podemos ver, el mundo se halla dividido, por un lado, en un gran número de pueblos oprimidos, y por otro, en un número insignificante de pueblos opresores, que disponen de riquezas colosales y de una poderosa fuerza militar”.

Veinte años después, el Presidente Mao dijo,
es cierto que vivimos en el período de los últimos forcejeos del imperialismo, que está a punto de morir; el imperialismo es el ‘capitalismo agonizante’. Pero, justamente porque está a punto de morir, depende aún más de las colonias y semicolonias”;

Y en 1945 agregó que
actualmente existen aún en el viejo mundo tres grandes contradicciones, que hace ya tiempo señaló Stalin: la primera, entre el proletariado y la burguesía dentro de los países imperialistas; la segunda, entre las diversas potencias imperialistas, y la tercera, entre los países coloniales y semicoloniales y las metrópolis imperialistas. Estas contradicciones no sólo siguen existiendo, sino que se desarrollan tornándose más agudas y amplias”.

A principios de los años cincuenta se constituye el campo socialista, dando lugar a la cuarta contradicción fundamental entre capitalismo y socialismo. A fines de la misma década, se inicia la restauración capitalista en la URSS y la posterior desintegración del campo socialista. En 1963 el Partido Comunista de China en su “proposición acerca de la línea general del MCI”, definió que
las vastas zonas de Asia, África y América Latina son las zonas donde convergen las contradicciones en el mundo contemporáneo; son las más vulnerables de las zonas que están bajo la dominación imperialista, y constituyen los centros de la tempestad de la revolución mundial”.

En 1974 el Presidente Mao planteó la tesis de “tres mundos se delinean”:
A mi juicio los Estados Unidos y la Unión Soviética constituyen el primer mundo; fuerzas intermedias como Japón, Europa, Canadá, integran el segundo, y nosotros formamos parte del tercero. El tercer mundo comprende una gran población. Toda Asia excepto Japón, pertenece al tercer mundo; África entera pertenece también e igualmente América Latina”.

En los años ochenta, el camarada Gonzalo planteó las cuatro contradicciones fundamentales:
1.      Entre superpotencias y potencias imperialistas por un lado y las naciones oprimidas por el otro, siendo esta la contradicción principal.
2.      Contradicciones inter imperialistas.
3.      Entre burguesía y proletariado.
4.      Entre capitalismo y socialismo; contradicción que no existe en la actualidad más que en el plano ideológico pues el campo socialista está desintegrado.

El Partido Comunista de Chile, al iniciar su reconstitución en el 2009, tomó posición por estos planteamientos marxistas leninistas maoístas, y hoy se reafirma en ellos, en las cuatro contradicciones fundamentales y en la contradicción principal, planteando que la revolución proletaria mundial tiene como base, el movimiento de liberación nacional; directriz, el movimiento proletario internacional y centro, la guerra popular mundial.  


EL REVISIONISMO.

El oportunismo y el revisionismo, son productos inevitables del capitalismo. Lenin dijo que
los oportunistas son, objetivamente, una parte de la pequeña burguesía y de algunas capas de la clase obrera, parte sobornada con las superganancias imperialistas, convertida en perros guardianes del capitalismo, en elemento corruptor del movimiento obrero”;
Que esta capa social tiene un fundamento económico,
desde el punto de vista económico, ha madurado y se ha consumado el paso de una capa de aristocracia obrera a la burguesía”,
un desplazamiento de una clase a otra, el aburguesamiento de una parte de la masa; planteó que a este hecho económico le corresponde formas políticas, los partidos obreros burgueses, los partidos revisionistas burgueses; que estos partidos se desarrollan en medio de los privilegios y dádivas otorgados por el capitalismo; y subrayó el hecho de que
sin una lucha enérgica y despiadada, en toda la línea, contra esos partidos no puede ni hablarse de lucha contra el imperialismo, ni de marxismo, ni de movimiento obrero socialista”.

Las tesis revisionistas desde Kautsky y Bernstein hasta las que se presentan en la actualidad, tienen en común la teoría de la evolución pacifica: negar la violencia para realizar la revolución, negar la destrucción del Estado burgués y negar la dictadura del proletariado. En los países atrasados como el nuestro, el revisionismo se pone al servicio de la gran burguesía y su tendencia es servir específicamente a la facción estatal (burocrática) de esa gran burguesía. Es imposible dice Lenin, la proletarización por completo de la masa para poder realizar la revolución, por esta razón el revisionismo siempre existirá y por eso se hace necesario aplastarlo como condición para realizar la revolución.


II.                 LA REVOLUCION PROLETARIA MUNDIAL


VIEJA Y NUEVA REVOLUCION MUNDIAL

Partimos por distinguir entre vieja y nueva revolución mundial. En la vieja revolución la burguesía dirige para reemplazar con su orden capitalista, el orden feudal caduco. En la nueva revolución mundial el proletariado dirige para reemplazar con el socialismo, el orden capitalista caduco. En la primera es una minoría opresora la que desplaza a otra minoría opresora, manteniendo la sociedad de clases. En la segunda es la mayoría oprimida la que desplaza del poder a la minoría opresora, para luego desarrollando sucesivas revoluciones culturales, eliminar la sociedad con clases.
Las masas hacen la historia. En la vieja revolución mundial es la burguesía quien dirige, pero las masas de obreros y campesinos fueron la fuerza motriz. Es la época en que el naciente proletariado carece de independencia política de clase y por tanto le demandaba a la burguesía eliminar por decreto (o sea, a la manera burguesa) el antagonismo entre capitalistas y obreros. En esta época, la burguesía movilizó al proletariado contra el poder feudal, con la promesa de satisfacer sus demandas, colocando en sus manos “banderas burguesas” y fusiles, para derrocar a las clases feudales del poder. De esta manera el proletariado entró a manejar política (las banderas burguesas) y aplicó violencia revolucionaria (los fusiles) contra el poder feudal, ‘terrorismo plebeyo’ como dice Marx. Una vez en el poder, la burguesía olvidaba las promesas hechas a los obreros, y ellos teniendo las armas, se levantaban. La burguesía respondía con el desarme sangriento de la masa. Este proceso se repitió por toda Europa. En medio de estas luchas el proletariado internacional forjó a sus jefes, Marx y Engels, conquistó su independencia política de clase –el ‘Manifiesto comunista’, la I Internacional- y por primera vez tuvo el poder en 1871, con la Comuna de París. Ahí comenzó la lucha directa del proletariado internacional contra la burguesía, un comienzo en situación de debilidad, en defensiva estratégica. Ahí es cuando la burguesía vio en la clase obrera a un enemigo más peligroso y mortal que su viejo enemigo, el feudalismo; y entonces, se alió con él, con lo que quedaba de la reacción feudal, y organizaron la contrarrevolución mundial, primero contra la Comuna y luego en toda Europa, iniciándose un periodo largo de ofensiva estratégica de la contrarrevolución mundial. Thiers, perro de la contrarrevolución, sentenció como otros perros lo hacen en la actualidad, que el socialismo había sido eliminado por un largo tiempo.   
Después de la Comuna y diezmado por la represión, el proletariado europeo se replegó, como dice Engels, a una fase de preparación “pacífica” para las futuras grandes batallas. Se crearon numerosos partidos obreros y socialistas, participaron en el parlamento burgués, organizaron sindicatos, cooperativas y en 1889 se congregaron en la II Internacional; al inicio del siglo XX el capitalismo de libre competencia se transformó en imperialismo, vinieron las superganancias y con ellas la capacidad burguesa de sobornar a una parte de la clase, a la que Lenin llamó “aristocracia obrera” siendo su expresión política el revisionismo, especie de marxismo domesticado. Lenin combatió este revisionismo planteando retomar el marxismo. Se produjeron grandes sucesos: 1905, primera revolución rusa, 1906 revolución persa (Irán), 1908 revolución turca, y 1911 revolución china. Lenin tomó estos hechos y subrayó la trascendencia de la unidad entre el movimiento proletario europeo y el movimiento de liberación nacional de Asia, hito que marcó el inicio de la nueva época caracterizada por la unidad entre la revolución socialista de los países avanzados y la revolución democrática de los países oprimidos:
en sustitución de esta burguesía, que se pudre en vida, se alza el proletariado de los países europeos y la joven democracia de los países asiáticos, henchida de fe en sus fuerzas y de confianza en las masas. El despertar de Asia y el comienzo de la lucha por el poder que libra el proletariado avanzado de Europa marcan, en los albores del siglo XX, una nueva época en la historia universal”.
Dos hechos sin embargo van a marcar con mayor precisión esta nueva época, la I guerra mundial imperialista y principalmente la revolución rusa de 1917 que marcó el inicio de la nueva era, la era de la revolución proletaria mundial. Desde entonces la nueva era se extenderá hasta completar el barrimiento del imperialismo y sus lacayos, o lo que es lo mismo, hasta el establecimiento del socialismo en toda la tierra. Ocurrido esto, el proletariado, en otra nueva era, conducirá a la humanidad entera hacia el comunismo.


LA NUEVA ERA ES LA ERA DE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL.

El Partido Comunista de Chile desde su comprensión marxista leninista maoísta, adhiere a los siguientes principios universales que caracterizan la nueva era de la revolución proletaria mundial.

1. La nueva era en la historia mundial, se manifiesta como nueva era en la historia de cada país teniendo en cuenta, claro está, su desarrollo especifico; el Presidente Mao dijo,
la Revolución Socialista de Octubre inauguró una nueva era no sólo en la historia de Rusia, sino también en la historia mundial. Ha ejercido influencia en los cambios internos de los demás países del mundo y también, con especial profundidad, en los cambios internos de China. Tales cambios, sin embargo, han tenido lugar a través de las respectivas leyes internas de dichos países, incluida China”.
En América Latina la nueva era de la revolución mundial, condicionó las luchas de clases en torno a la década del veinte y en particular se tradujo en que el proletariado de varios países conquistó su independencia política de clase, acontecimiento que en Chile se produjo con la fundación del Partido Comunista en 1922, por Luis Emilio Recabarren. Este es el hito que divide la historia chilena en dos épocas, la época de la vieja revolución democrático-burguesa que dirigía con impotencia la burguesía y la época de la revolución democrático burguesa de nuevo tipo, denominada con más precisión como revolución democrático-nacional, dirigida por el proletariado, la cual es base necesaria para pasar a la revolución socialista, con rumbo al comunismo.  

2. En la nueva era se produce un gran impulso, una potenciación de la violencia. Lenin dijo, que
la violencia acompañara inevitablemente a la bancarrota del capitalismo en toda su extensión y al nacimiento de la sociedad socialista. Y esta violencia llenara todo un período histórico mundial, toda una era de las guerras más variadas".
El Presidente Mao señaló:
la historia conoce sólo dos tipos de guerras: las justas y las injustas. Apoyamos las guerras justas y nos oponemos a las injustas. Todas las guerras contrarrevolucionarias son injustas; todas las guerras revolucionarias son justas”.

3. La revolución proletaria mundial enarbola y aplica el principio universal de la violencia revolucionaria. El Presidente Mao dijo:
La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la toma del Poder por medio de la lucha armada, es decir, la solución del problema por medio de la guerra. Este revolucionario principio marxista-leninista tiene validez universal, tanto en China como en los demás países. No obstante, ateniéndose al mismo principio, el partido del proletariado lo aplica de distinta forma según las distintas condiciones”.
La distinta forma de aplicarlo, no niega la universalidad del principio. Los países capitalistas y las naciones oprimidas son muy diferentes, incluso en los primeros el Presidente Mao distinguía los que “no son fascistas ni están en guerra” de los que sí; pero en todos los países, sean imperialistas o semicolonias, fascistas o democrático burgueses, hay un periodo de preparación de la lucha armada, porque en todos absolutamente es la lucha armada la forma de conquistar el poder. El Presidente Mao dijo,
la tarea del partido del proletariado en los países capitalistas consiste en educar a los obreros, acumular fuerzas a través de un largo período de lucha legal, y prepararse así para el derrocamiento final del capitalismo”,
Aquí lucha legal no significa partido legal, el partido comunista siempre es clandestino, y lo que este partido está preparando con la lucha legal es la lucha armada:
la guerra que quieren emprender dichos Partidos no es otra que la guerra civil para la cual se están preparando”.

En las colonias y semicolonias también hay una preparación para la lucha armada,
el trabajo de organización del Partido y el trabajo en el movimiento de masas están directamente vinculados con la lucha armada; no hay ni puede haber labor del Partido ni movimiento de masas independientes o aislados… En una palabra, el Partido entero debe prestar seria atención a la guerra, estudiar los asuntos militares y prepararse para combatir”, 
También se utilizan los resquicios de legalidad burguesa que puedan existir pero siempre en función de la lucha armada, y el partido comunista también es siempre clandestino.
El carácter de la revolución, y por tanto las clases que intervienen, es lo que determina el camino de la revolución. Mientras en los países capitalistas el “primer paso será ocupar las ciudades y después avanzar sobre el campo”, en las colonias y semicolonias, el camino es del campo a la ciudad, siendo el campo principal y la ciudad complemento necesario, como lo especificó el camarada Gonzalo. Pero tanto en los países capitalistas (segundo y primer mundo) como en las colonias y semicolonias (tercer mundo), la violencia revolucionaria se presenta en un proceso prolongado, como guerra popular especificada a las condiciones en que se le aplique y dirigida por un partido comunista militarizado, marxista leninista maoísta.

4. En la nueva era, la revolución proletaria mundial tiene como base el MLN de las naciones oprimidas, como directriz el MPI de las potencias imperialistas y como centro la guerra popular mundial dirigida por partidos comunistas, cuya agrupación constituye el MCI. El MLN impulsa la contradicción principal entre potencias imperialistas y naciones oprimidas, la que se resuelve con las revoluciones democrático-nacionales, las mismas que al culminar se transforman en revolución socialista. El MPI impulsa la contradicción entre burguesía y proletariado en las potencias imperialistas, la que se resuelve con las revoluciones socialistas. La contradicción entre potencias imperialistas, se resuelve con la guerra de reparto, que puede ser conjurada o transformada en guerra popular. La contradicción entre capitalismo y socialismo, se resuelve con las revoluciones culturales. Todas las revoluciones tienen como forma principal de lucha, la guerra popular para la conquista y defensa del poder proletario. Todas las guerras populares son dirigidas por partidos comunistas marxistas leninistas maoístas y la guerra popular mundial por el MCI organizado en una Internacional Comunista.

5. La revolución en las naciones oprimidas tiene particularidades en el tratamiento de la clase burguesa. Lenin planteó que la burguesía de las colonias y semicolonias tiene una doble faz,
entre la burguesía de los países explotadores y la de las colonias se ha producido cierto acercamiento, de modo que muy a menudo (tal vez en la mayoría de los casos) la burguesía de los países oprimidos, aunque apoye los movimientos nacionales, al mismo tiempo lucha de acuerdo con la burguesía imperialista, es decir, juntamente con ella, contra todos los movimientos revolucionarios y contra todas las clases revolucionarias”; y por tanto “los comunistas debemos apoyar y apoyaremos los movimientos burgueses de liberación en las colonias sólo cuando estos movimientos sean realmente revolucionarios, cuando sus representantes no nos impidan educar y organizar en el espíritu revolucionario a los campesinos y a las grandes masas de explotados”.
Aquí Lenin no dice dejarle la dirección de la revolución a la burguesía, dice apoyar el movimiento pero nosotros mantenemos la dirección de la revolución y la seguimos organizando. El Presidente Mao desarrolló estos planteamientos estableciendo las dos características de la revolución democrático-nacional,
"así, pues, la revolución democrático-burguesa de China tiene dos características fundamentales: 1) El proletariado o bien establece un frente único nacional revolucionario con la burguesía, o lo rompe cuando se ve obligado a ello, y 2) La lucha armada es la forma principal de la revolución. No consideramos aquí como característica fundamental la relación del Partido con el campesinado y su relación con la pequeña burguesía urbana, pues primero, estas relaciones son en principio las mismas que tienen todos los Partidos Comunistas del mundo, y segundo, en China, cuando hablamos de la lucha armada, nos referimos en el fondo a la guerra campesina y la estrecha relación del Partido con la guerra campesina y su relación con el campesinado son una y la misma cosa".
Aquí el Presidente Mao se refiere a la gran y mediana burguesía pues como él mismo lo dice, la pequeña burguesía es aliada del proletariado en todo tipo de país. Nos enseña que la mediana burguesía junto a la capa más alta de la pequeña burguesía, constituyen la burguesía nacional la cual es oprimida por el imperialismo, por la gran burguesía y por los terratenientes. Esta condición de oprimida hace que en ciertas circunstancias, pueda participar en el frente único revolucionario o abandonarlo. Con relación a la gran burguesía el Presidente Mao dice que en ella hay grupos vinculados a distintas potencias imperialistas que
cuando se agudizan las contradicciones entre éstas [entre las potencias imperialistas], y cuando el filo de la revolución se dirige principalmente contra una de ellas, es posible que los grupos de la gran burguesía que dependen de otras participen, hasta cierto punto y en determinados períodos, en la lucha contra esa potencia imperialista”,
Que la gran burguesía mientras está en el frente único sigue siendo reaccionaria y opuesta al proletariado y que cuando se rompe el frente único con esos grupos de la gran burguesía, el Partido Comunista lleva a cabo “una dura lucha armada contra la gran burguesía y sus aliados”.
En el caso de América Latina, José Carlos Mariátegui sin conocer a Mao, comprendió también el doble carácter de la burguesía china señalado por Mao, así Mariátegui dice
La traición de la burguesía china, la quiebra del Kuo Min Tang….demostró cuan poco se podía confiar, aún en países como la China, en el sentimiento nacionalista revolucionario de la burguesía”,
Y especificó que la burguesía de todos los países latinoamericanos, careció del sentimiento nacionalista que en aquellos años sí se presentaba en la burguesía china, y que en nuestro continente la burguesía nunca fue antimperialista:
La colaboración con la burguesía, y aun de muchos elementos feudales, en la lucha anti-imperialista china, se explica por razones de raza, de civilización nacional que entre nosotros no existen. El chino noble o burgués se siente entrañablemente chino. Al desprecio del blanco por su cultura estratificada y decrépita, corresponde con el desprecio y el orgullo de su tradición milenaria. El anti-imperialismo en la China puede, por tanto, descansar en el sentimiento y en el factor nacionalista. En Indo-América las circunstancias no son las mismas. La aristocracia y la burguesía criollas no se sienten solidarizadas con el pueblo por el lazo de una historia y de una cultura, comunes”,
Por lo que el frente único solo es posible con la burguesía nacional a la que Mariátegui llamaba “ala izquierda de la burguesía”. Y el camarada Gonzalo reafirmó que en la actualidad, el frente único solo es posible no con la gran burguesía sino con la burguesía nacional bajo ciertas circunstancias. Contrariamente el revisionismo plantea que las grandes burguesías si pueden ser antimperialistas y democráticas, por lo que el frente único con ellas si es posible, tanto para presentarse en elecciones como en apoyo a sus gobiernos.

6. la construcción del partido comunista es indesligable del aplastamiento del revisionismo. Desde la III Internacional, Lenin llamó a la reorganización de los partidos comunistas depurándolos:
“Los partidos que quieran adherirse a la Internacional Comunista tienen la obligación de reconocer la necesidad de una ruptura completa y absoluta con el reformismo y con la línea política de ‘centro’, y de propugnar todo lo que se pueda esta ruptura entre los propios miembros. Sin esto no es posible ninguna línea política coherentemente comunista”.
Subrayó que la reorganización de los partidos comunistas tiene como tarea principal el aplastamiento del revisionismo:
la obra de depurar en todo el mundo a los partidos obreros, a los partidos revolucionarios del proletariado, de la influencia burguesa y oportunistas en su propio medio aún está muy lejos de acabarse”, “el oportunismo es nuestro principal enemigo. El oportunismo en las filas más altas del movimiento obrero no es socialismo proletario, sino socialismo burgués. La práctica ha mostrado que estas gentes activas en el movimiento obrero que adhieren a esta tendencia oportunista son mejores defensores de la burguesía que la propia burguesía. Sin su dirección de los obreros, la burguesía no podría permanecer en el poder….He ahí donde está nuestro principal enemigo; y debemos vencer a este enemigo. Debemos abandonar este congreso con la firme determinación de llevar a cabo esta lucha en todos nuestros partidos hasta su verdadero fin. Esta es nuestra tarea principal”.
El Presidente Mao planteó que la construcción del partido y la revolución solo es posible aplicando la ideología, y por tanto desarrollándola; y que solo es posible aplicar y desarrollar la ideología, aplastando al revisionismo,
en los planos ideológico, político y organizativo, la escisión entre los bolcheviques y los mencheviques en Rusia abrió el camino a la Revolución de Octubre. Si no hubiera habido lucha entre los bolcheviques y los mencheviques, si no hubiera habido lucha contra el revisionismo de la Segunda Internacional, habría sido imposible que la Revolución de Octubre triunfara. Luchando contra todos los revisionismos y todos los oportunismos, el leninismo nació y se desarrolló. Sin el leninismo no hubiera habido victoria de la revolución rusa”.
El camarada Gonzalo por su parte demandó a imponer el maoísmo como mando y guía de la revolución proletaria mundial, convocando a la reconstitución de los partidos comunistas y aplastando al revisionismo. 


LOS TRES MOMENTOS DE LA REVOLUCIÓN MUNDIAL.

El camarada Gonzalo, jefe del Partido Comunista del Perú, sistematizó como un aporte al desarrollo del maoísmo, los tres momentos de la revolución mundial. Revolución y contrarrevolución constituyen la contradicción que gobierna la política mundial, siendo la revolución el aspecto principal, pues se impondrá al final. Como en toda contradicción, revolución y contrarrevolución mundiales luchan entre sí, de comienzo a fin, a través de tres momentos.

1.      La defensiva estratégica de la revolución mundial opuesta a la ofensiva de la contrarrevolución. Desde la Comuna de Paris (1871), hasta la II guerra mundial
2.      El equilibrio estratégico. Desde la revolución china, hasta finales de los años setenta.
3.      La ofensiva estratégica de la revolución mundial opuesta a la defensiva de la contrarrevolución. Desde los años ochenta hasta el total barrimiento del imperialismo y sus lacayos.

¿Cómo comprendemos el carácter estratégico de los tres momentos? En esta lucha entre revolución y contrarrevolución mundiales, se presentan dos clases de situaciones: las situaciones parciales y la situación de conjunto de toda la contradicción. La estrategia es el manejo de la situación de conjunto y la táctica es el manejo de las situaciones parciales. Mientras una situación parcial es un cambio unilateral en una parte de la contradicción, la situación de conjunto es el cambio multilateral que se produce en toda la contradicción y a lo largo de toda su vida. Este cambio decisivo en el conjunto de la contradicción, hay que descubrirlo viendo cómo cambian cada uno de los dos aspectos que la forman, a través de los tres momentos que dura toda la contradicción. Así en la contradicción que estamos viendo, la revolución (un aspecto) ha cambiado de su posición defensiva en el primer momento, a una posición ofensiva en el tercer momento. La contrarrevolución (el otro aspecto), cambió a su vez, de su ofensiva inicial a su defensiva final. Ambos aspectos de la contradicción han transitado del desequilibrio inicial (revolución débil, contrarrevolución fuerte) al desequilibrio final actual (revolución fuerte, contrarrevolución en hundimiento) y lo han hecho cruzando una etapa intermedia, la segunda etapa de equilibrio. Este cambio en cada aspecto es de carácter estratégico porque solo es apreciable observando la situación de conjunto de la contradicción. Si observamos una situación parcial podremos ver cambios parciales, pero no podremos apreciar el cambio fundamental de todo el fenómeno, de toda la contradicción; por eso quienes solo ven los cambios parciales por ejemplo, en la situación internacional actual llena de dificultades, tienden al pesimismo, a no aceptar con firmeza que estemos en la ofensiva estratégica de la revolución mundial, se sienten disminuidos, vencidos y recalan a la capitulación. En cada situación parcial de la contradicción también hay etapas y objetivos, pero no tienen carácter estratégico sino táctico. Las etapas y objetivos tácticos están relacionados con una situación parcial determinada y en la contradicción hay múltiples situaciones parciales, por tanto hay múltiples planes parciales, con múltiples objetivos parciales. Por el contrario, las etapas y objetivos estratégicos están relacionados con la situación de conjunto de la contradicción y hay solo una situación de conjunto, con un solo gran desenlace final y por tanto, un solo gran plan que cubre el cambio fundamental de la contradicción. Este cambio fundamental lo definió el Presidente Mao de la siguiente manera: 
“El enemigo es fuerte y nosotros débiles; en esto reside el peligro de que seamos subyugados. Pero al mismo tiempo, el enemigo tiene sus puntos débiles, y nosotros, nuestras ventajas. Con nuestros esfuerzos, la ventaja del enemigo puede ser reducida, y sus defectos, agravados. Por otra parte, esforzándonos, podemos acrecentar nuestras ventajas y superar nuestro punto débil. Por consiguiente, podemos lograr la victoria final y evitar la subyugación, mientras que el enemigo será finalmente derrotado y no podrá evitar el derrumbamiento de todo su sistema imperialista”
Este cambio fundamental se produce a través de los mencionados tres momentos de la contradicción entre revolución y contrarrevolución mundiales. Nuestra comprensión específica de estos tres momentos, a partir del maoísmo, es como sigue.

Defensiva estratégica de la revolución mundial. Se inicia con la Comuna de Paris. En este primer momento estratégico, ocurren ofensivas y defensivas parciales y por tanto, de carácter táctico. Una ofensiva táctica es una ofensiva parcial dentro de la defensiva estratégica, abreviadamente, ofensiva dentro de la defensiva; la revolución rusa fue una brillante ofensiva parcial dentro de la defensiva estratégica de la revolución mundial y su repercusión en todo el mundo remeció la contradicción. Frente a este gran acontecimiento la contrarrevolución mundial continuó en ofensiva estratégica con su campaña de cerco y aniquilamiento imperialista contra la revolución mundial, específicamente contra la URSS, cuyo desenlace se produjo en la II guerra mundial. La revolución mundial con la URSS a la cabeza, rompió el cerco imperialista destruyendo al fascismo alemán, punta de lanza del cerco imperialista. De esta manera la revolución mundial detuvo la ofensiva estratégica de la contrarrevolución, con lo cual la contradicción mundial ingresó al equilibrio estratégico.  

Equilibrio estratégico de la revolución mundial. Cuando el aspecto nuevo de la contradicción detiene la ofensiva reaccionaria del viejo, ambos ingresan al equilibrio. Al vencer al fascismo alemán, la revolución proletaria mundial con la URSS a la cabeza, detuvo la ofensiva estratégica de la contrarrevolución mundial con lo cual la contradicción mundial ingresó al equilibrio. El Presidente Mao comprendió este cambio; en 1937 dijo, “nueva situación internacional...en vísperas de un nuevo periodo de la revolución mundial”, en 1942 “punto de viraje de la historia de toda la humanidad”, y en 1943 “el mundo entrará en una grandiosa época de liberación sin precedentes en la historia de la humanidad”. En este segundo momento de equilibrio estratégico, el imperialismo pasó a consolidar sus posiciones y a recuperar lo perdido; y para la revolución mundial este equilibrio estratégico fue un largo periodo de preparación de la ofensiva estratégica, el tercer y último momento. Una serie de ofensivas y defensivas parciales de uno y otro lado, se produjeron dentro del equilibrio estratégico. Triunfo de la revolución china, surgimiento del campo socialista, guerra de agresión imperialista contra Corea, el macartismo anticomunista en Estados Unidos, la reorganización de los gobiernos títeres en las colonias y semicolonias (por ejemplo la alianza para el Progreso en Latinoamérica), el golpe de Estado y restauración capitalista en la URSS, la gran polémica contra el revisionismo de Kruschov, las operaciones militares imperialistas en extensas zonas del Asia con gran devastación (guerra emblemática de Vietnam, Laos y Camboya) y en África (guerras en Angola, Sud África, Nigeria, Mozambique), guerrillas en América Latina, la desintegración del campo socialista, la gran revolución cultural proletaria china, movimientos armados en Europa, grandes protestas populares en Estados Unidos, el golpe de Estado y restauración capitalista en China, el grandioso movimiento de liberación nacional en toda la década del sesenta rematando con los significativos sucesos de los años setenta de los que resaltan las guerras en Afganistán y en Irán-Irak, la revolución en Nicaragua y la guerra popular de Perú, acontecimientos que fueron registrados por el camarada Gonzalo como signos que marcaron el ingreso a la ofensiva estratégica de la revolución mundial.

Ofensiva estratégica de la revolución mundial. ¿Cómo entendemos el ingreso a este momento? El ingreso a este tercer momento se produjo como resultado de los logros alcanzados por la revolución mundial durante el equilibrio. Al referirse a la guerra de liberación nacional en China el Presidente Mao dijo:
“La tercera etapa será la de nuestra contraofensiva para recuperar el territorio perdido. Su recuperación dependerá principalmente de la fuerza que China haya preparado en la etapa precedente y que continuará creciendo en la tercera”.

En el plano internacional la “fuerza preparada” fueron los logros de la revolución proletaria mundial expuestos por el Camarada Gonzalo cuando planteó:
“El poderoso movimiento obrero internacional, las encrespadas olas del movimiento de liberación nacional, el desarrollo de los partidos comunistas, el marxismo elevado a la gran cumbre del Pensamiento Mao Tse Tung [hoy Maoísmo], nos han traído a una nueva situación: estamos entrando a la ofensiva estratégica de la revolución mundial, los próximos cincuenta a cien años serán del barrimiento del dominio del imperialismo y todos los explotadores”.

Y el mayor logro de todos, el más alto fue la Gran Revolución Cultural Proletaria. Como lo señaló el Camarada Gonzalo,
“La Gran Revolución Cultural Proletaria es la más grande obra del Presidente Mao y constituye un grandísimo aporte a la revolución proletaria mundial; resolvió un problema pendiente del socialismo: la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado en su marcha incontenible al comunismo”.

Marx y Engels plantearon la necesidad de continuar la revolución bajo el socialismo, y que el propio socialismo es una sucesión de revoluciones políticas hasta ingresar al comunismo; Lenin planteó que bajo el socialismo en los primeros tiempos, cada día, cada hora la pequeña producción genera burguesía, y que la burguesía ha sido derrocada pero no ha desaparecido como clase y menos sus expresiones ideológicas, jurídicas y políticas; Lenin, Stalin y el Presidente Mao resolvieron problemas nuevos sobre la construcción socialista, y efectuaron llamamientos para conjurar el peligro de la restauración capitalista, sin embargo ésta seguía siendo un problema pendiente de resolver porque faltaba la práctica social correspondiente, hasta que la restauración se presentó en la URSS con el golpe de Estado revisionista de Kruschov en 1956 y en China con el golpe de Estado revisionista de la rata Teng en 1976. Dos grandes acontecimientos se produjeron en los años sesenta que apuntaron contra el revisionismo restaurador, dirigidos ambos por el Presidente Mao; la llamada “Gran Polémica” que es el aplastamiento del revisionismo kruschovista y la Gran Revolución Cultural Proletaria contra el revisionismo al interior de China. En 1980, luego de un largo proceso de reconstitución el Partido Comunista del Perú bajo la jefatura de su Presidente Gonzalo, inició la primera guerra popular de nuestro tiempo.

¿Cómo entendemos el periodo de inicio de este tercer momento? Al referirse a la guerra de liberación nacional en China, el Presidente Mao dijo:
“Debido a la desigualdad del desarrollo político y económico de China, la contraofensiva estratégica de la tercera etapa no será, en su fase inicial, uniforme y armoniosa en todo el país, sino que tendrá un carácter zonal, ascendiendo en un lugar y descendiendo en otro. Durante esta etapa, el enemigo no cejará en sus intentos de escindir por todos los medios posibles el frente único de China, por lo cual la tarea de mantener la unidad interna del país se tornará aún más importante, y tendremos que velar porque la contraofensiva estratégica no se malogre a mitad de camino por disensiones internas”.

En el plano internacional la revolución proletaria mundial no está en estancamiento, continua desarrollándose aunque de manera desigual, “ascendiendo en un lugar y descendiendo en otro”, como ocurrió con la capitulación revisionista en Nepal; y este desigual desarrollo es condicionado por el desigual desarrollo político y económico mundial. Como lo planteó el Presidente Mao, desde la II guerra mundial la base económica imperialista carece de estabilidad, y no la volverá a tener ni siquiera relativa. La crisis ha sobrepasado del terreno económico a todos los demás planos de la sociedad, al social, político y cultural. El sistema capitalista en su conjunto y en todo el mundo, expresa con descaro su crisis, y no es crisis de desarrollo sino crisis de putrefacción. Ha comenzado el largo proceso de hundimiento de los imperialismos, con el derrumbe del social-imperialismo soviético, que por ausencia de una guerra popular en Rusia, renace como imperialismo ruso; en el nuevo milenio las crisis producidas muestran síntomas de futuros hundimientos. Sin embargo, pretendiendo evitarlos, el imperialismo lanza feroces ofensivas parciales dentro de su defensiva estratégica, desorientando a una parte de la masa debido a su aparente fiereza y poderío. “el enemigo no cejará en sus intentos de escindir por todos los medios posibles el frente único” Realizan ofensivas militares y principalmente manipulación de las masas, utilizando guerra de baja intensidad contra las guerras populares de Perú, India, Turquía o Filipinas; o utilizando al revisionismo en elecciones o en luchas armadas manipuladas, para levantar los montajes de “acuerdos de paz”; la guerra de baja intensidad implica además el falseamiento de documentos, imágenes y noticias para denigrar a los líderes del proletariado como es el caso del Presidente Gonzalo; también incluye la desviación de luchas armadas hacia nacionalismos étnicos (Kurdos en Turquía) o hacia fundamentalismos religiosos (pueblo árabe); la política de corrupción y uso de mercenarios (Libia, Siria), y las campañas contra el marxismo leninismo maoísmo, contra los maestros del proletariado mezclándolos con genocidas; el ennegrecimiento del socialismo y la dictadura del proletariado; todo esto como parte de la campaña contrarrevolucionaria general del imperialismo, el revisionismo y la reacción mundial. Los comunistas aplicando el marxismo leninismo maoísmo debemos considerar que este tercer y último momento de la contradicción entre revolución y contrarrevolución mundiales, concretará el barrimiento total del imperialismo, el revisionismo y la reacción mundial, a través de, a su vez, tres etapas como corresponde a todo desarrollo: etapas de inicio, desarrollo y desenlace del tercer momento de la gran contradicción entre revolución y contrarrevolución mundiales. Las complejidades del inicio de la ofensiva estratégica de la revolución mundial y del gran salto hacia su segunda etapa de desarrollo fueron caracterizados por el camarada Gonzalo como “dificultades en la situación internacional”, dificultades que no impiden, más bien riegan el desarrollo de las revoluciones en el mundo, dentro de la lógica marxista establecida por el Presidente Mao: “un gran desorden bajo los cielos conduce a un gran orden bajo los cielos”.

¿Cómo comprendemos la situación actual? La revolución mundial como todo lo nuevo, se desarrolla vigorosa en medio de dificultades, de zigzags, en su tercera y última etapa de ofensiva estratégica, enfrentando a la contrarrevolución mundial que se pudre en su tercera y última etapa de defensiva estratégica, a través de continuas crisis mundiales. Para enfrentar estas crisis, las superpotencias y potencias imperialistas por un lado, incrementan la sobreexplotación del proletariado y masas populares no solo de las naciones oprimidas, sino también de sus propios países imperialistas, generando grandes levantamientos de todo tipo en todo el mundo, en los que la masa a entrado a que “la masa busca armarse y levantarse armadamente”; por otro lado, las continuas crisis son inseparables de la pugna interimperialista por mercados y territorios que se va agudizando, pugna inter-imperialista por un nuevo reparto cuya forma es distinta de la presentada en las I y II guerras mundiales de reparto imperialista. En la presente tercera etapa, la pugna inter-imperialista de reparto se está expresando en un conjunto de guerras parciales y focalizadas como en Siria, Irak e Irán. A pesar de esta situación la contradicción principal sigue siendo la misma en medio de una agudización de las tres contradicciones fundamentales y de cambios en los tres mundos.

El primer mundo está ahora constituido por tres superpotencias. Estados Unidos, Rusia y China. Tras el derrumbe del social-imperialismo soviético en 1990, renace el imperialismo ruso y hoy es superpotencia militar con una red de gasoductos sobre Europa (streams), exportando capitales y ayuda militar a los tres continentes del tercer mundo; y conduciendo un grupo de países emergentes llamado BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) con su banco para el desarrollo y un Fondo de Reserva. Por su parte, a China le ha tomado cerca de 40 años desde el golpe de Estado contrarrevolucionario de la rata Teng en 1976, lograr convertirse en superpotencia con una red de trenes y otras vías de comunicación (rutas de la seda) sobre Europa, Asia e incluso África, exportando capitales a los tres continentes del tercer mundo y ayuda militar en menor escala que Rusia; y conduciendo la organización de cooperación de Shanghái, OCS, y el banco asiático de inversión en infraestructura, AIIB. Desde el 2015 la exportación de capitales ha superado la inversión extranjera en China. No olvidamos que lo que son ahora Rusia y China, se debe a los grandes logros del socialismo usurpados por las ratas revisionistas y también a la explotación actual de los millones de rusos y chinos. Estos cambios en el primer mundo, han generado la agudización de la pugna inter-imperialista por un nuevo reparto del mundo. Uno de los puntos conflictivos en esta pugna inter-imperialista, se presentan en oriente (Siria, Irak e Irán), en África y en América Latina. El segundo mundo, formado por las potencias imperialistas que no son superpotencias, hay reposicionamientos de las potencias participando en alianzas temporales con una u otra superpotencia. El tercer mundo formado por las naciones oprimidas de Asia, África y América Latina, ha sufrido también un cambio. Luego del derrumbe del social-imperialismo soviético, el tercer mundo se ha extendido hacia Europa oriental, las guerras de rapiña por el reparto de esa zona han generado gran destrucción, los países resultantes son semicolonias con campo devastado y atrasado, y con capitalismo burocrático introducido por los nuevos amos imperialistas.

La contradicción principal entre naciones oprimidas y el imperialismo, se agudiza y así también la contradicción entre burguesía y proletariado. Protestas populares en el mundo, resistencias armadas y desarrollo de las guerras populares caracterizan la agudización de estas contradicciones. Para aniquilar las guerras populares y prevenir el surgimiento de otras nuevas, el imperialismo aplica guerra de baja intensidad con genocidio en una mano y “acuerdos de paz” en la otra, utilizando al oportunismo en especial al nuevo revisionismo (los falsos maoístas). Tomamos posición contra Avakian y su camarilla que controla el PCR norteamericano y contra su espuria “nueva síntesis” que es la justificación de su capitulacionismo expresado en negar la preparación de guerra popular en Estados Unidos. Así mismo contra Prachandra que traicionó la guerra popular de Nepal, perpetrando un acuerdo de paz y la entrega de las armas, para seguir el camino de las reformas sociales llevando al PCN a participar en el viejo Estado. No son variantes sino por el contrario son las mismas posiciones de la LOD en Perú y de Sison dirigente del Partido Comunista de Filipinas, quien está dispuesto a una tregua y concretar un “acuerdo de paz”, bajo el supuesto de que el gobernante Duterte es un demócrata que garantizaría la realización de una reforma agraria en todo el país y que las inversiones del social-imperialismo chino elevarían el nivel de vida del pueblo filipino. El caso del Partido comunista del Kurdistán, PKK, nos exige sacar lección sobre todo si aquí en Chile la CAM, un grupo nacionalista mapuche, estuvo reivindicando sus “luchas”. Ocalan en la década del noventa renegó de la guerra popular, del marxismo leninismo maoísmo, y convirtió al partido en una pandilla de mercenarios nacionalistas cuya ideología es la metafísica del pensamiento kurdo y las monedas del imperialismo norteamericano al cual sirven hoy. Consideramos que en Nepal, Filipinas y Turquía los verdaderos comunistas con armas en la mano deberán desarrollar ardua lucha de dos líneas; en Nepal por reconstituir el partido para reiniciar la guerra popular, y en Filipinas y Turquía defender y desarrollar aplicando el maoísmo, las guerras populares en curso, tanto del nuevo ejército del pueblo brazo armado del partido comunista de Filipinas, como del TIKKO, brazo armado del partido comunista de Turquía, PKT. La guerra popular en la India es un gran baluarte de la revolución proletaria mundial, y por lo tanto tiene gran responsabilidad en resolver ciertos problemas fundamentales como los dos siguientes. Por un lado, la fusión de partidos no es el mejor método para desarrollar las fuerzas propias, sobre todo si se hace sin adecuada lucha de dos líneas. La unidad solo es posible lograrse por medio de la lucha y no de la conciliación. El c. Ganapathy en una entrevista afirmó que durante la fusión hubo feroces luchas internas pero no dijo cuales, ni que líneas e ideas negras fueron aplastadas. Por otro lado, Brachsa Prasad Sing miembro del buró político del Partido Comunista de la India ha planteado la formación de un frente muy amplio que incluya a partidos de izquierda parlamentarios, una unidad sin diferencias dogmáticas e ideológicas con el revisionismo. Nosotros en Chile antes de iniciar la reconstitución en el 2009, planteamos abiertamente las luchas de dos líneas contra las ideas negras de señalados recalcitrantes revisionistas que dirigían la ex URC y su periódico ‘nueva democracia’ y después de iniciada la reconstitución, contra señalados recalcitrantes revisionistas que dirigen fracción roja y su periódico ‘el pueblo’, estas camarillas dirigentes se autodenominan maoístas, engañan a sus activistas y simpatizantes, esconden su lucha de dos líneas, recurren al infiltramiento y la lucha sucia como lo han hecho contra nosotros, para impedir la crítica de sus negras ideas y actitudes; y convencen a sus activistas a participar en frentes o coordinadoras con oportunistas terceristas y anarquizantes.

Tomamos posición por lo planteado por el Camarada Gonzalo, en su condición de jefatura del Partido Comunista del Perú, sobre que al desarrollo de la ideología elevada a su tercera etapa, el maoísmo, le corresponde un desarrollo en la política y en lo organizativo, y por tanto convocó a nivel mundial a reconstituir los Partidos Comunistas arrancándolos de las fauces del revisionismo, y colocar al Maoísmo como mando y guía de la revolución mundial, lo que quiere decir como mando y guía de todas y cada una de las revoluciones en todo el mundo; advirtió además que un Partido Comunista se reconstituye para la lucha armada, que esta se inicia y desarrolla como guerra popular, que el centro de la guerra popular es el poder, y que el poder solo se materializa con la construcción del nuevo Estado por partes (las bases de apoyo), junto a la destrucción por partes del viejo Estado reaccionario a través de campañas militares, por oleadas; y que solo así podremos conquistar el poder completo en cada país y conservarlo en marcha indetenible al comunismo, nuestra meta común.


AMERICA LATINA

La comprensión de América Latina es fundamental para la revolución chilena, por la proximidad y por el derrotero histórico común de los países que conforman el continente. Nos basamos en el pensamiento de José Carlos Mariátegui, gran comunista latinoamericano, y en los aportes al maoísmo del Presidente Gonzalo.

Primeramente decir que los países de América Latina no son naciones ya formadas como las de Europa donde la feudalidad fue destruida por las revoluciones burguesas y desde entonces el capitalismo se ha desarrollado independientemente. Por el contrario, todos los países latinoamericanos son naciones incompletas, “naciones en formación”, porque no hubo revoluciones burguesas y en ellos subsiste la semifeudalidad retocada bajo formas ‘modernas’, junto a un capitalismo burocrático introducido y desarrollado por el imperialismo principalmente norteamericano. ¿Cómo llegamos a esta presente situación? Mariátegui dice que la conquista introdujo la feudalidad destruyendo la organización y el natural desarrollo de las sociedades indígenas y produciendo el mestizaje, “se crearon, así, núcleos de población criolla, gérmenes de futuras nacionalidades”. Luego vino la independencia, movimiento de criollos y no de indígenas, pero no derivó en revoluciones burguesas, no destruyó la feudalidad, dejó intacta la gran propiedad terrateniente feudal, y “sus caudillos obedecieron no un ideal nacionalista, sino un ideal americanista”, “no podía haber nacionalismo donde no había aún nacionalidades”. La independencia financiada por Inglaterra, fue el paso del dominio feudal español y portugués al dominio capitalista inglés; las burguesías latinoamericanas y los terratenientes se sometieron a dicho dominio. ¿Qué implicó este sometimiento? Que en los países latinoamericanos, se mantuvo la semifeudalidad y sobre esta base, se desarrolló un capitalismo comprador dependiente de Inglaterra. A fines del siglo XIX surgió en el mundo el imperialismo, Estados Unidos desplazó a Inglaterra del dominio sobre América Latina, introduciendo en el continente el capitalismo burocrático. Las burguesías latinoamericanas derivaron en grandes burguesías que manejaban ese capitalismo burocrático, sometidas al dominio imperialista y aliadas con los terratenientes. Mariátegui comprendió el capitalismo latinoamericano entrelazado a la semifeudalidad y dependiente del imperialismo norteamericano, pero no conoció la tesis maoísta del capitalismo burocrático; fue el Presidente Gonzalo quien la aplicó desarrollándola:
“El capitalismo burocrático no es sino el camino del imperialismo en un país semifeudal y semicolonial, sin condición semifeudal y semicolonial no habría capitalismo burocrático, así, plantear existencia de capitalismo burocrático es plantear como premisa que el país es semifeudal y semicolonial”.
Entendemos que al introducir el capitalismo burocrático, el imperialismo no puede evitar crear condiciones de desarrollo capitalista general, condiciones que estimulan el desarrollo del capitalismo nacional. La mediana burguesía y capas altas de la pequeña burguesía son dueños del capital nacional, mientras que la gran burguesía es dueña del capital burocrático. El capital nacional reditúa beneficios en negocios medianos y pequeños que no se vinculan directamente con el imperialismo y por eso sus dueños se denominan burguesía nacional. El capital burocrático genera ganancias en grandes negocios directamente vinculados con el imperialismo y con participación del capital terrateniente. Esta es la base económica por un lado del dominio imperialista, y por otro lado, de la alianza entre la gran burguesía y los terratenientes de cada país latinoamericano. Estas dos clases reaccionarias, bajo la dirección de una de las facciones de la gran burguesía, son las que aplican los planes imperialistas, con sus partidos y gobiernos ‘democráticos’ o ‘socialistas’, de facto o fascistas, explotando al proletariado, al campesinado y a la pequeña burguesía de cada país latinoamericano y oprimiendo a la burguesía nacional. Esas dos clases reaccionarias y pro-imperialistas, durante décadas recibieron beneficio del capitalismo burocrático, engordaron, unas más que otras, y las más comienzan a soñar con hegemonizar el continente para servir mejor a sus amos imperialistas. Esto es así porque el capitalismo burocrático siendo engendro del imperialismo es también un capitalismo monopolista, parasitario y agonizante, aunque claro, dominado por el imperialismo y vinculado con los terratenientes feudales. Así el desarrollo del capitalismo burocrático, ha devenido en un grupillo de grandes burgueses que están en condiciones de exportar capital y por tanto competir entre sí por la hegemonía comercial en el continente, es el caso por ejemplo, de las inversiones de grupos económicos chilenos en otros países del continente. Adicionalmente las grandes burguesías de algunos países, levantan “plataformas de inversión” libres de impuestos y restricciones, en las que se asientan los monopolios extranjeros para invertir en el resto del continente; una de estas plataformas fue organizada en Chile desde el año 2000 por el agente imperialista y rábula Ricardo Lagos. Pero el capitalismo burocrático no puede sobrevivir sin el capital imperialista que lo creó y lo alimenta, por eso su lucha por la hegemonía regional es indesligable de su rastrera disposición a servir a una u otra potencia imperialista. Esta pugna por la hegemonía regional es reflejo de la pugna interimperialista mundial. En la actualidad Rusia y China, han ingresado al continente con créditos baratos, financiando o hasta regalando proyectos, y vendiendo armas y logística militar. Estas superpotencias se están presentando como la “izquierda actual”, frente a la “derecha fascista” que es como le llaman a Estados Unidos, en su afán de reeditar los viejos métodos del social-imperialismo soviético, financiando organizaciones revisionistas y utilizando iconos del tercerismo pequeño burgués en una campaña contrarrevolucionaria rusa y china en el continente. 

El desarrollo del capitalismo burocrático en las naciones latinoamericanas, conduce al crecimiento macro cefálico de las ciudades capitales. Este crecimiento es resultado de la alta concentración de los medios de producción y del aparato del Estado en dichas ciudades capitales para desde ellas, controlar el resto de cada país, en particular el campo.
La destrucción de la semifeudalidad, de la semicolonialidad y del capitalismo burocrático en el continente requiere de revoluciones democrático-nacionales, las que una vez cumplidas pasaran sin interrupción a una segunda etapa, de revoluciones socialistas, con rumbo al comunismo. Hoy las revoluciones democrático-nacionales solo pueden cumplirse poniendo en práctica la convocatoria del Presidente Gonzalo:
“América Latina ya está madura para la guerra popular y ése es su camino. América Latina tiene un papel importante que cumplir, no olvidemos "el traspatio de Estados Unidos", según dicho del insolente imperialismo yanqui. América Latina tiene importancia también en el mundo, la cumplirá si es que coge la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, si forja partidos comunistas y si lleva adelante guerras populares dentro de la revolución mundial”.
Teniendo en cuenta que estas guerras populares tienen una particularidad en América Latina,
“Es en campo y en ciudad. Creemos que tiene que ver con específicas situaciones nuestras, América Latina por ejemplo tiene ciudades proporcionalmente más grandes que las que tienen otros continentes”.
guerra popular unitaria, campo principal y ciudad complemento

Esta es una de las cuestiones que nos diferencian del tercerismo pequeño burgués difundido en el continente el cual centra solo en campo o solo en ciudad, y si lo hace en ambos no distingue cuál es el ámbito principal. Otras cuestiones que nos distinguen son las difundidas por el cubanismo: no parten de la lucha de clases por eso centran en grupo de salvadores, colocando así a la pequeña burguesía al mando de la revolución; niegan Partido Comunista centrando en organizar movimientos o frentes; niegan guerra popular, al no levantar bases de apoyo; se oponen a revolución por etapas planteando revolución socialista; conciben frente único de tres clases, sin burguesía nacional; apuntan contra un imperialismo sin conjurar a los demás; apuntan contra una facción o grupo de la gran burguesía sin golpear a la otra facción o grupos.      



III.               SITUACION ACTUAL Y CAMINO A SEGUIR.

La tesis maoísta “tres mundos se delinean” sigue vigente. El primer mundo constituido por superpotencias imperialistas, que ahora son tres, Estados Unidos, Rusia, y el social-imperialismo chino; el segundo mundo formado por todas las potencias imperialistas que no son superpotencias y el tercer mundo de las naciones oprimidas en Asia, África y América Latina. En los años 90 el social-imperialismo soviético de la URSS, cambió a ser imperialismo ruso. La presencia de dos superpotencias en el primer mundo, no desapareció, se desenvolvió bajo la ley establecida por el Camarada Gonzalo: una superpotencia tiende a ser gendarme único y a ser hegemonista único, pero esta tendencia no implica pasar de la llamada “bipolaridad” a la “unipolaridad” como lo sustentaron intelectuales imperialistas y el propio revisionismo (en Chile Olga Ulianova por ejemplo), algunos maoístas convergieron con este planteamiento imperialista y revisionista. Posteriormente el revisionismo del social imperialismo chino y de Corea del norte se exacerbó, en un periodo en que la frase ‘motor de la economía mundial’ la aplicaban a Estados Unidos, un tiempo después a China, luego a Estados Unidos otra vez, y nuevamente a China, hasta la agudización de la pugna inter-imperialista, la conversión de China en superpotencia junto a la expansión de las influencias de Rusia en el mundo y la contra-ofensiva de Estados Unidos con Trump.  

Estamos en el periodo de lucha establecido por el Presidente Mao pero con variantes. Es el periodo de lucha contra tres superpotencias imperialistas: Estados Unidos, Rusia y China. En este periodo de lucha el principio sigue siendo el mismo: el imperialismo es un tigre de papel y es el pueblo el realmente poderoso. La perspectiva también es la misma, la destrucción del imperialismo, la reacción mundial y el revisionismo y el establecimiento definitivo del socialismo en todo el mundo. La convocatoria actual es, unir al proletariado y naciones oprimidas en la lucha contra las tres superpotencias y las potencias imperialistas. El movimiento proletario internacional y el movimiento de liberación nacional, tienen tres enemigos principales: las tres superpotencias del primer mundo y sus aliados, las potencias imperialistas del segundo mundo, aliados en colusión y pugna, de una u otra superpotencia, según las regiones o zonas de conflicto en que se halla dividido el mundo.

En las naciones oprimidas, sigue vigente la convocatoria internacional del Camarada Gonzalo, en cada país determinar a su enemigo imperialista principal, sea superpotencia o potencia, e identificar a las otras potencias que pugnan por dominarlo. En el caso de Chile nuestro Partido ha establecido como una de las tres tareas de la revolución chilena, “destruir el dominio imperialista principalmente norteamericano, conjurando a las demás potencias imperialistas”. Las superpotencias y potencias imperialistas tienen vínculos con facciones de la gran burguesía del país, la pugna interimperialista entre las potencias que negocian en nuestro país, se refleja, se expresa como pugna entre las facciones de la gran burguesía de nuestro país.

La fusión del Movimiento de Liberación Nacional con el Movimiento Proletario Internacional en torno al marxismo leninismo maoísmo como mando y guía de toda revolución, comienza con que los partidos comunistas dirijan la revolución democrático-nacional en las naciones oprimidas. Por eso es necesario reconstituir o generar partidos comunistas capaces de iniciar y desarrollar guerras populares para conquistar el poder y defenderlo. La reconstitución o generación de partidos comunistas requiere aplicar el marxismo leninismo maoísmo, desarrollándolo en la forja de un pensamiento guía en cada país, y esta aplicación y desarrollo de la ideología requiere aplastar al revisionismo en los tres niveles: en las masas populares, en los partidos comunistas y principalmente en las direcciones de los partidos comunistas.

La táctica marxista para impulsar la revolución en cada país, consiste en cuatro cuestiones fundamentales: ir a lo hondo y profundo de las masas, educarlas en la violencia revolucionaria, educarlas en la lucha contra el revisionismo y en barrer por partes el montón colosal de basura. Reiteramos, nuestro trabajo consiste en ir a lo hondo y profundo de las masas que carecen de respetabilidad burguesa y no quedarse en la superficie de la masa, que es donde predomina el oportunismo y el revisionismo, Lenin dijo:
si queremos seguir siendo socialistas, nuestro deber es ir más abajo y más a lo hondo, a las verdaderas masas: en ello está el sentido de la lucha contra el oportunismo y todo el contenido de esta lucha”,

Ir a lo hondo y profundo ¿para qué? Para educar a las masas profundas en el uso de la violencia revolucionaria y en el aplastamiento del revisionismo. Lenin dijo:
“La única línea marxista en el movimiento obrero mundial consiste en explicar a las masas que la escisión con el oportunismo es inevitable e imprescindible, en educarlas para la revolución en una lucha despiadada contra él

¿Cómo aplicamos esta educación? Indudablemente que en medio de la lucha de clases de las masas, aplicando lo establecido por Engels sobre el “montón colosal de basura”.
“En un país de movimiento político y obrero tan antiguo hay siempre un montón colosal de basura tradicionalmente heredada que es preciso limpiar por grados. Están los prejuicios de los sindicatos de obreros calificados —mecánicos, albañiles, carpinteros y ebanistas, tipógrafos, etc.— todos los cuales deben ser destruidos; los minúsculos celos de los distintos oficios, que se intensifican en las manos y en las cabezas de los líderes hasta alcanzar la hostilidad directa y la lucha secreta; están las ambiciones e intrigas obstruccionistas de los dirigentes: uno quiere entrar en el Parlamento, y lo mismo quiere algún otro, otro quiere entrar en el Consejo del Condado o el Consejo Escolar, otro quiere organizar una centralización general de todos los obreros, otro quiere publicar un periódico, otro organizar un club, etc., etc. En resumen, hay rencillas sobre rencillas. Y por añadidura la Liga Socialista, que mira con desprecio todo lo que no sea directamente revolucionario (lo que en Inglaterra como entre vosotros, significa todo lo que se limite a hacer frases y, por lo demás, a hacer nada) y la Federación (Socialdemócrata), que sigue actuando como si todo el mundo a excepción de ellos mismos fuesen burros y chapuceros, si bien se debe únicamente a la nueva fuerza del movimiento el que ellos hayan logrado volver a tener algún predicamento. En una palabra, cualquiera que sólo vea la superficie diría que todo es confusión y rencillas personales. Pero, bajo la superficie, el movimiento está marchando, abarca sectores obreros cada vez más amplios y en su mayor parte precisamente de las masas inferiores hasta ahora estancadas, y ya no está lejano el día en que esta masa se encuentre a sí misma repentinamente, en que asomará esta masa colosal y auto-impulsada, y cuando llegue ese día se acabarán toda la bellaquería y las camorras”.

Cada cual lucha en su frente, en su país y además lucha por la unidad del movimiento a nivel mundial. El proceso de aproximación de los partidos comunistas se está cumpliendo en medio de dificultades. Seguimos aplicando el esquema de Lenin,
“la Internacional consiste en el acercamiento mutuo (primero ideológico y después, en su tiempo, orgánico) de gentes capaces de defender de verdad en nuestros difíciles días el internacionalismo socialista”,

Defender de verdad significa organizando la guerra popular en sus países respectivos. Este acercamiento solo puede hacerse, dice Lenin,
únicamente con quienes quieren hacerlo, sin temor a romper por completo con los chovinistas y los defensores del socialchovinismo”,

Es decir, sin temor a separarnos de los recalcitrantes, que declarándose maoístas, han abrazado al revisionismo y capitulado ante la contrarrevolución.


¡QUE EL MAOISMO SEA MANDO Y GUIA DE LA REVOLUCION MUNDIAL!
¡GENERAR PARTIDOS COMUNISTAS PARA LA GUERRA POPULAR POR EL PODER!
¡PREPARAR, INICIAR Y DESARROLLAR GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!
¡VIVA LA REVOLUCION PROLETARIA MUNDIAL!



Pleno Ampliado
Partido Comunista de Chile                                                                               

Noviembre, 2017