Enarbolar, defender y aplicar la I Conferencia Latinoamericana



¡ENARBOLAR Y DEFENDER LA I CONFERENCIA LATINOAMERICANA REALIZADA EN DICIEMBRE DEL 2018, EN APLICACIÓN DEL MAOISMO!

Y
NOTA DE REDACCION PARA EL DEBATE

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¡VIVA LA EXPLOSIÓN POPULAR DEL 18 Y 19 DE OCTUBRE!



¡Proletarios de todos los países, uníos!



¡VIVA LA EXPLOSIÓN POPULAR DEL 18 Y 19 DE OCTUBRE!
¡VIVAN LAS SUBSIGUIENTES PROTESTAS POPULARES!

¡ABAJO LAS CONVOCATORIAS PACIFISTAS DEL OPORTUNISMO
ELECTORERO!


Saludamos las combativas acciones de protesta contra el alza del costo de vida que dieron lugar a la explosión popular del 18 y 19 de octubre en Santiago de Chile, y las posteriores protestas populares que desde el seno de las convocatorias interesadamente pacíficas, se han desarrollado en el país.


El desborde en función de presionar al gobierno a la negociación o
El desborde en función de educar en la violencia y contra el revisionismo.

A la luz del marxismo-leninismo-maoísmo, reivindicamos las acciones del 18 y 19, como una explosión popular, por tres razones: por su carácter espontáneo, de masas y por el uso de violencia revolucionaria. En las semanas que siguieron se desarrollaron las protestas populares (acciones violentas) en todo el país, surgidas en el seno de marchas pacíficas convocadas por organizaciones amarillas pacifistas como No + AFP, ANEF, CUT, feministas burguesas, etc. las que formaron una “mesa de unidad social”. El oportunismo (frente amplio) y en particular, el pc-teillier (revisionistas renegados del marxismo), se declararon contrarios a la violencia de las protestas populares; y confesaron no ser conductores directos de las marchas pacíficas; sin embargo controlan las organizaciones “sociales” mencionadas. En los últimos años estas organizaciones han estado convocando por separado sucesivas marchas pacíficas, cuyo contingente les sirvió de base para la llamada “más grande marcha” del millón doscientos que se reunieron el 25 de octubre en Santiago. Esta marcha de carácter pacífico, incluso “lúdico” y de “encuentro familiar”, fue ensalzada por el gobierno y por la oposición, como expresión de la democracia burguesa imperante en el país. Esto no es novedad. Para el 8 de marzo de este año, las feministas burguesas fueron congratuladas también por el gobierno y la oposición, por apagar los fuegos de las barricadas en Santiago.

Aquí lo fundamental es que en el seno de estas marchas pacíficas se presentó una lucha en dos planos: Por un lado entre el carácter pacífico de las marchas convocadas por el oportunismo y el carácter violento de las protestas populares surgidas en su seno, por otro lado al interior de las protestas populares, entre quienes buscaban desborde de la legalidad en función de presionar al gobierno a la negociación (incluso utilizando indirectamente al lumpen) y quienes buscaban desborde de la legalidad en función de educar a las masas en el uso de la violencia revolucionaria (aplicarla contra la gran propiedad, respetando la mediana y pequeña) y en la lucha contra el revisionismo (pacifista y electorero).


El problema del Estado. 

A mediados de noviembre 11 partidos burgueses firmaron con el gobierno reaccionario “el acuerdo por la paz y nueva constitución”. Este acuerdo no fue suscrito pero sí aceptado con reparos por el pc-teillier, este partido burgués que de comunista no le queda nada, entró luego a debatir los detalles del acuerdo en el congreso y anunció que participarían en el proceso constituyente. No es la primera vez que el pc-teillier incurre en este oportunismo de “no firmo pero acepto”, lo mismo hicieron en el plebiscito de los años ochenta, y en el apoyo encubierto dado por Marin a la candidatura de Lagos; posteriormente bajo dirección de Teillier, dieron abierto apoyo a Bachelet en cuyo gobierno participaron como parte de la alianza reaccionaria “nueva mayoría”.Hoy apoyan la no violencia y las marchas pacíficas,las que según ellos,sonde carácter “social”(el único que ha mencionado demagógicamente “la lucha de clases” es el traidor al magisterio, el vendido Gajardo). Tras ese carácter “social” de las marchas pacíficas, está el interés de separar sociedad de Estado, colocar ilusoriamente al Estado por encima de la sociedad, de las clases sociales, y difundir que este Estado es susceptible de ser corrompido o democratizado según sean los partidos y personas que lo administren (la mal llamada “clase política”). Esta farsa, esta ilusión, les sirve a los oportunistas (frente amplio) y revisionistas renegados del marxismo (pc-teillier), para justificar su negra participación en el Estado chileno con el “cuento” de democratizarlo; y engañan a la masa, negando la existencia de clases sociales colocando en su lugar, a los ciudadanos; negando la existencia de lucha de clases reemplazándola por los pacíficos movimientos “sociales” de los ciudadanos y la participación en elecciones.

Lejos de esta farsa, lejos de estas ilusiones, lo real es que en Chile existen clases sociales que luchan entre sí alineadas en dos frentes antagónicos: explotados y explotadores, oprimidos y opresores, pueblo y reacción, revolución y contrarrevolución. Lo real es que la gran burguesía y los terratenientes sirvientes del imperialismo principalmente norteamericano, explotan a las cuatro clases que forman el pueblo chileno: proletariado, campesinado, pequeña burguesía y burguesía nacional. Lo real es que el Estado es la máquina que utilizan las dos clases dominantes para ejercer su dictadura sobre el pueblo en todo Chile, por lo que es un Estado terrateniente-burgués. Lo real es que esta dictadura a lo largo de toda la historia republicana, les ha servido y sirve a estas dos clases dominantes, para asegurar por la fuerza de la ley y de la represión, su dominio y la explotación del pueblo; les ha servido para colocar en la mente del pueblo que el único autorizado a ejercer violencia es el Estado (las FFAA y policiales son columna vertebral de todo Estado). Lo real es que los gobiernos de turno han sido y son la forma que toma esa dictadura, la forma en que se administra el Estado, por lo que debajo de estos gobiernos, sean fascistas, de facto, o los más democráticos o con discurso “socialista”, habidos en nuestra historia contemporánea, encontraremos siempre la dictadura de la gran burguesía y los terratenientes feudales, sirvientes del imperialismo.

En consecuencia no corresponde limitarnos a cambiar el tipo de gobierno y reformar el Estado, pues estaremos perfeccionando la vieja máquina de dictadura feudal-burguesa de la minoría (gran burgueses y terratenientes) sobre la mayoría (el pueblo chileno). Lo que hay que hacer es destruirla para eliminar esa dictadura, destruirla con lucha armada, con guerra popular, porque las clases dominantes jamás dejaran el poder voluntaria y pacíficamente; y construir un nuevo Estado democrático popular de todo el pueblo chileno, el cual será la dictadura de la mayoría popular conducida por el proletariado sobre la minoría que hoy nos explota, pues ésta minoría derrocada pero no eliminada, pretenderá recuperar a fuego y sangre su gran propiedad privada que le confiscaremos. Llamamos a este proceso de destrucción y construcción simultáneas, revolución democrático-nacional. 


Dos características y dos contradicciones de las protestas y la explosión popular.

Entre varias, consideramos dos características fundamentales: Primero, estos movimientos son parte de este proceso de revolución democrático-nacional, pero no son la revolución misma, porque las protestas y explosiones populares provienen de la condición de pobreza y miseria en que la explotación y opresión feudal burguesa las han sumido y las masas populares que las impulsan lo hacen aunque no tengan conciencia clara de la contradicción antagónica de clases. En segundo lugar, las protestas y explosiones populares lejos de tener un carácter nacional, se presentan de manera desigual en el tiempo y en la geografía, debido al carácter desigual del desarrollo económico y social del país, ocasionado por su condición semifeudal y semicolonial, y por el desigual desarrollo del capitalismo burocrático que sobre esa base semifeudal nos ha impuesto el imperialismo. En este sentido, las condiciones objetivas para realizar la revolución, o lo que es lo mismo, la situación revolucionaria que existe en nuestro país desde todo el siglo XX hasta hoy, esa situación revolucionaria puede estar en desarrollo en una región o localidad y en otras permanecer estacionaria, como lo enseña el maoísmo. Por tanto la lucha por el poder no tiene que esperar a la siguiente explosión popular como lo afirman algunos revisionistas del maoísmo, concordando con los renegados del pc-Teillier, quienes plantean como táctica la “movilización social” y estrategia el paro nacional (su espurio X pleno cc, abril 2019); camino este por el cual pretenden democratizar el viejo Estado terrateniente burgués.

Para nosotros los comunistas consecuentes con la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, el camino no es la huelga nacional y elecciones, o la insurrección citadina para llegar a acuerdos; el camino es la guerra popular para la conquista del poder, lucha armada prolongada y de masas, que conquista bases de apoyo en el campo y desarrolla frente de defensa del pueblo con guerrillas en la ciudad, hacia la insurrección final y conquista del poder en todo el país. Nosotros no decimos que luego del estallido “social”, hay que cumplir la tarea de debatir, de definir el camino y de construir el partido (diario el pueblo, revisionistas del maoìsmo), decimos que el camino está definido, y es: “cercar las ciudades desde el campo” y decimos que el Partido Comunista de Recabarren, está ya en reconstitución desde el año 2009.

Son dos las contradicciones que se expresan en este movimiento popular: la contradicción entre masas populares, hoy principalmente de las ciudades,contra el capitalismo burocrático que está en desarrollo desde principios del siglo XX, (capitalismo que el oportunismo lo reduce al“modelo neoliberal” vigente, quedándose corto con lo de los “30 años”); y la segunda contradicción entre las dos facciones que constituyen la gran burguesía dueña del capital burocrático del país. Con relación a la primera contradicción, fueron masas de estudiantes el día 18 de octubre, a las que se agregaron trabajadores jóvenes el día 19 las que protagonizaron la explosión popular, y los días posteriores se incorporaron principalmente pequeña burguesía baja (menos de 1.000 dólares/mes), y media (en torno de 1.000-1.500 dólares/mes); una parte de la capa media de la pequeña burguesía sirvió de colchón social al revisionismo y oportunismo, dando lugar a las marchas pacíficas. Con relación a la segunda contradicción la facción burocrática de la gran burguesía, pretende reemplazar el sistema privado de AFP por un sistema estatal global para capitalizarse y por otro lado busca colocar en una nueva constitución el papel empresarial del Estado como necesario para cumplir con las demandas “sociales” de la sociedad. Los oportunistas del “frente amplio” y del falso pc, son los encargados en actitud reptante, de difundir estos objetivos de la facción burocrática de la gran burguesía.


Boicot a la nueva constitución.Preparar e iniciar guerra popular.

El campo reaccionario debe cumplir tres tareas fundamentales en todo país atrasado como el nuestro: Profundizar el capitalismo burocrático, reestructurar su viejo Estado e impedir el inicio de una guerra popular o aniquilarla si ya está en curso como es el caso de Perú. El actual proceso constituyente se ubica en la segunda tarea. La constitución es la primera ley que rige el Estado terrateniente burgués, por lo tanto cualquier cambio solo sirve a la reestructuración del mismo y toda reestructuración del Estado se hace en función de los intereses de las clases que lo han creado: la gran burguesía y los terratenientes. La constitución de 1925 favoreció el régimen presidencialista y otorgó al Estado capacidad para controlar empresas estatales. Sobre esta base, en la siguiente década se creó CORFO y principalmente en la del cuarenta, surgieron un conjunto de empresas estatales, como infraestructura de apoyo al desarrollo de los monopolios privados de la gran burguesía compradora, pero estimulando a la vez el surgimiento de elementos burgueses vinculados al papel empresarial del Estado, elementos que fueron formando la facción burocrática de la gran burguesía chilena; todo en una economía de sustitución de importaciones. La constitución de 1980 acentuó en régimen presidencialista y Estado subsidiario del gran capital y la gran propiedad agraria, todo en una economía de libre mercado; esta constitución creó además, mecanismos para defender a los nuevos elementos incorporados a la gran burguesía en los ochenta, con las empresas privatizadas. Desde los años noventa se han venido realizando sucesivas reformas constitucionales, llegando al punto hoy de girar hacia la necesidad de un nuevo acuerdo o colusión entre las dos facciones de la gran burguesía, la facción compradora (monopolios privados o grupos económicos) y la facción burocrática (monopolios estatales, Codelco, el metro por ej.). Los acuerdos o colusiones de las dos facciones tienen un derrotero histórico, que en el periodo reciente se remonta al “Estatuto de garantías constitucionales” firmado por la UP y la DC en 1970 y la carta de los 13 de la DC de 1973; un segundo hito es el “plan de transición a la democracia” de los años ochenta; un tercero son las inversiones mixtas (capital estatal y privado) y la agenda pro-crecimiento del gobierno de Lagos con la CPC y SOFOFA en la década del 2000; en esta misma década un cuarto hito es la declaración de Bachelet al final de su primer gobierno quien dijo“hasta hoy la economía era regida solo por el libre mercado, ahora hay que agregarle la política”. Hoy tenemos el debate en torno a los límites y ajustes al modelo neoliberal. ¿Qué plantea el imperialismo? la OCDE en abril del presente año, planteó reimpulsar la clase media porque es el "centro de gravedad económico esencial para apoyar el crecimiento de la productividad, financiar adecuadamente la protección social y sacar a millones de familias de la pobreza", es decir, quieren que en Chile se le dé estabilidad a la “clase media” pauperizada, para que cumpla su papel de equilibrar las fuerzas sociales, incentivando el arribismo, el individualismo en la masa pobre; ha señalado, la OCDE, que para cumplir esa tarea es necesario ampliar los programas de asistencia social hacia la clase media, reformar la educación como vehículo de movilidad social para el arribismo de la masa pobre, reformar la salud y la vivienda,reduciendo costos para la clase media, y reestructurar el sistema de pensiones. En abril de este año Piñera anuncio su plan de protección a la clase media, y se estancó en eso. La OCDE, ha reconocido la necesidad de ajustes al esquema de libre mercado, consistentes en desarrollar ciertas atribuciones al Estado; en su documento de abril sobre Amèrica Latina plantean que el eje de la “estrategia de desarrollo integral”de cada país latinoamericano es la planificación estatal de las reformas necesarias, en su documento dice “la planificación tradicional se centraba casi exclusivamente en fomentar el crecimiento económico. La planificación contemporánea impulsa una visión más integral y multidimensional del desarrollo, con un fuerte énfasis en la igualdad, la inclusión social y la erradicación de la pobreza. Hoy la planificación del desarrollo identifica como sus instrumentos de política pública preferidos las regulaciones, la inversión pública y las asociaciones público-privadas. De manera fundamental, estas estrategias subrayan la importancia de la participación ciudadana y el empoderamiento en la planificación”; este párrafo de la OCDE que se parece a los discursos del oportunismo del “frente amplio” y del falso pc, plantea crecimiento económico con equidad (igualdad, inclusión y erradicación de la pobreza), conducido por un Estado planificador que interviene a través de regulaciones en el libre mercado, con una fuerte inversión en infraestructura bajo modalidades de inversión mixta de capital estatal y privado, matizado con una participación ciudadana (consultas, plebiscitos, cabildos). Así mismo por estos días, alineándose a sus amos imperialistas, dirigentes de la gran burguesía chilena han admitido que “el modelo requiere ajustarse” otorgándole cierta funcionalidad al Estado. Como vemos, la perspectiva de un nuevo acuerdo entre facciones está en el centro del debate y puede darse, como ocurrió en las décadas cuarenta y cincuenta del siglo pasado, que hoy bajo el alero de una nueva constitución en ciernes, se levante una infraestructura constituida por empresas o monopolios estatales manejados por la facción burocrática, en apoyo al desarrollo de los monopolios privados de la facción compradora.

¿Qué se concluye de este proceso? El punto central del debate hoy es el papel del Estado: subsidiario o interventor y en lo económico: Libre mercado a secas o libre mercado con equidad. En cualquier caso, al pueblo no le beneficia, por lo cual no corresponde participar y por el contrario corresponde desenmascarar por medio del boicot este reaccionario proceso constituyente, que entregará otra constitución acorde con los intereses explotadores. En este contexto las tareas inmediatas de la reacción son:
  • Resolver la crisis actual y desarrollar el capitalismo burocrático.
  • Impulsar el proceso constituyente actual
  • Reprimir el desarrollo de las protestas populares conjurando la preparación e inicio de la guerra popular.

Las tareas del pueblo son:
  • Desarrollar la lucha popular en torno al alza del costo de vida en ciudad y la tierra en el campo.
  • Boicot a la constitución. Desenmascarar al oportunismo y al revisionismo.
  • Desbordar la legalidad por medio de la violencia revolucionaria apuntando al enemigo principal: la gran burguesía, terratenientes y el imperialismo yanqui, educando a las masas en aplastar al revisionismo.


en su forma más elevada, como guerra popular!

PC de Chile                                                                                                               Diciembre, 2019

Contra el nuevo revisionismo en las filas del maoismo. A proposito de una declaracion internacional

 

 

Diciembre 2019. Nota de la redacción de la revista “Bandera Roja – Chile”

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 NOTA DE LA REDACCION DE LA REVISTA BANDERA ROJA

 En junio del presente año (2019), unos partidos que se autodenominan maoístas, suscribieron una declaración conjunta anunciando que la generación de partidos comunistas demuestra que hay una “situación de desarrollo del factor subjetivo”, pero no dice nada sobre las líneas políticas que conducen a estos partidos. En noviembre en otra declaración conjunta, señalan que las movilizaciones populares desde el 2013, en Brasil, Ecuador, México y hoy Chile, muestran que hay una “maduración de las condiciones subjetivas de la revolución”, es decir que en algunos de estos países los partidos, ejércitos y frentes únicos están maduros pero advierten que solo “en algunos casos” (esto es una especie de S.E. u O. En contabilidad, Salvo Error u Omisión, colocado al final de toda factura), o sea, en algunos de estos países, la maduración apunta al inicio de la guerra popular; pero tampoco dicen nada sobre las líneas políticas que conducen estos “partidos maduros” ni la lucha de dos líneas que han estado desarrollando para “madurar”. Las declaraciones conjuntas realizan afirmaciones generales y repeticiones de consignas maoístas, pero no hay especificaciones sobre la aplicación de la ideología por lo menos en los países cuyos “partidos maduros” ya supuestamente se “orientan al inicio”. Centrar en lo general y omitir especificar, es característico de todo tipo de revisionismo, de esta manera aplican su vieja táctica de “levantar banderas rojas para oponerse a las banderas rojas”.

 En sus declaraciones conjuntas confiesan que su objetivo es unir el MCI para lo cual hay que realizar una Conferencia Internacional de unificación en la que se forme un organismo internacional, como paso previo a la creación de una nueva Internacional. Siendo este propuesta una réplica del proceso de formación del coMRI en los años ochenta, deberían haber extraído lección del mismo y centrar en la lucha de dos líneas entorno de una base de unidad como la que propuso el Presidente Gonzalo; pero tampoco hay aquí ni base de unidad ni se dice cuáles son las líneas políticas de los partidos que quieren unirse en tales declaraciones conjuntas. En lugar de poner énfasis en lo ideológico y político, en especificar la ideología y la política maoísta en cada reconstitución de cada partido en “maduración”, centran en sus “victorias” en “coordinar y dirigir” a estos partidos con campañas celebratorias y de apoyo a guerras populares actuales. Recordar como el revisionista renegado Pachandra decía que un eje de la reconstitución del Partido Comunista de Nepal, fue la campaña internacional en defensa del Presidente Gonzalo; la educación política resultante de estas campañas internacionales, son parte de las campañas de rectificación al interior de cada Partido, y las campañas de rectificación están después y no antes de la lucha de dos líneas. Aplicar debatiendo, debatir para unir, repudiando a la derecha, luego estudiar rectificando las ideas erróneas. Nada de esto se considera. No se puede organizar la violencia revolucionaria (el proceso de maduración), sin aplastar al revisionismo, no se puede aplastar al revisionismo sin identificar las líneas negras en la lucha de dos líneas, y desenmascararlas, porque el marxismo solo se desarrolla en lucha contra el revisionismo, y esta lucha solo se produce al aplicar la ideología a la lucha de clases de cada país (las líneas políticas), y no en eventos celebratorios y apoyantes, cuya secuela es que entonces en el mundo ¡unos apoyan mientras otros combaten!, esto es vil oportunismo. Hay que verificar las líneas políticas, las especificaciones que los partidos estamos obligados a hacer, para distinguir a los partidos verdaderos de los falsos partidos de membrete y apellido. Muchos dirigentes de estos partidos están engordando en puestos públicos, dedicados a convivir con costras dirigenciales. Hay que verificar.     

Si no hay líneas políticas, si no hay base de unidad, si no hay lucha de dos líneas, ¿Qué es lo que genera el movimiento en los partidos de las declaraciones conjuntas? Para demostrar la “maduración del factor subjetivo”, algunos de los partidos que suscriben las declaraciones afirman (mientras los demás solo las firman), que los movimientos populares muestran la maduración de los partidos, de esta manera, al forzar oportunistamente un vínculo entre las manifestaciones populares en el continente y los “partidos en maduración”, han dejado entrever que confunden condiciones objetivas (movimientos populares) con condiciones subjetivas (partidos, ejército, frente único), que han olvidado el camino de cercar las ciudades desde el campo, centrando obnubilados por el movimiento de la masa, en ciudad y en insurrección, hacia eso caminan. La “desesperación” está de su lado, han olvidado el “carácter prolongado” de la preparación y el desarrollo de la guerra popular, no dicen nada sobre las tres etapas de toda reconstitución, y así en noviembre exigieron  ¡culminar la reconstitución!

 Estamos por la unidad y no por la escisión, pero la unidad basada en la lucha de dos líneas en medio de la lucha de clases de las masas. Y tienen razón, no estamos dispuestos a unirnos con el revisionismo de todo tipo, si a esto le llaman ser escisionista, entonces somos escisionistas, escindimos campos con la negra línea revisionista reafirmándonos en nuestra posición señalada en la Conferencia Latinoamericana:

 “Solo derrotando y aplastando a líneas contrarias y revisionistas, y solo luchando codo a codo con las masas principalmente proletarias y campesinas, el Partido puede aplicar la ideología universal, preparar e iniciar la guerra popular y en medio de esta lucha generar el pensamiento guía y la línea política general que se necesita para garantizar la conquista del Poder en todo el país y la marcha hasta el comunismo”

“Nosotros, los firmantes de esta Declaración, llamamos a la izquierda de todos los Partidos Comunistas y organizaciones revolucionarias en América Latina y en todo el mundo a rechazar la conciliación y librar la implacable lucha de dos líneas – con campañas de rectificación - contra la derecha, contra el revisionismo, principalmente el nuevo revisionismo bajo membrete “maoísta”. Así también todos los Partidos deben tomar posición por la Gran Revolución Cultural Proletaria y aplicar sus lecciones, bombardeando el cuartel general del revisionismo en cada país. Nos reafirmamos en nuestro compromiso de dar la vida por imponer el maoísmo como único mando y guía de la revolución mundial y unir a los comunistas a nivel mundial en torno a una línea general marxista-leninista-maoísta, principalmente maoísta que debe especificarse en cada país, generando la Jefatura de su respectiva revolución. Proceso que no va a ser posible a través de la conciliación, sino solo a través de la lucha. Rechazar la tesis revisionista de que “dos se unen en uno”, enarbolar y aplicar la verdad marxista de “uno se divide en dos”.”

 Nuestra posición es de combate y no de conciliábulo. Luchamos por la unidad, pero para unir hay que dividir, aplastando al revisionismo y las convergencias. Como Mariátegui, decimos que no le hacemos ninguna concesión al contenido falaz de las ideas erróneas, suscribiendo las sentenciosas palabras de Lenin que son hoy, anillo para el dedo:

 “Marchamos en pequeño grupo unido por un camino escarpado y difícil, fuertemente cogidos de las manos. Estamos rodeados por todas partes de enemigos, y tenemos que marchar casi siempre bajo su fuego. Nos hemos unido en virtud de una decisión libremente adoptada, precisamente para luchar contra los enemigos y no caer, dando un traspiés, al pantano vecino, cuyos moradores nos reprochan desde un principio el que nos hayamos separado en un grupo aparte y que hayamos escogido el camino de la lucha y no el de la conciliación. Y de pronto algunos de entre nosotros comienzan a gritar: “¡Vamos al pantano!” Y cuando se intenta avergonzarlos, replican: “¡Qué gente tan atrasada sois! ¡Cómo no os avergonzáis de negarnos la libertad de invitaros a seguir un camino mejor!” ¡Ah, sí, señores, libres sois no sólo de invitarnos, sino de ir adonde mejor os plazca, incluso al pantano; hasta consideramos que vuestro verdadero puesto está precisamente en él, y nos sentimos dispuestos a prestaros toda la colaboración que esté a nuestro alcance para trasladaros allí a vosotros! ¡Pero en tal caso soltad nuestras manos, no os agarréis a vosotros, ni ensuciéis la gran palabra libertad, porque nosotros también somos “libres” para ir adonde nos parezca, libres para luchar no sólo contra el pantano, sino incluso contra los que se desvían hacia él!”

V.I. Lenin

 

 


TENOR DEL AFICHE del Partido Comunista de Chile, en reconstitucion




¡VIVA LA EXPLOSIÓN POPULAR DEL 18 Y 19 DE OCTUBRE!
¡VIVAN LAS SUBSIGUIENTES PROTESTAS POPULARES!

¡ABAJO LAS CONVOCATORIAS PACIFISTAS DEL OPORTUNISMOELECTORERO!


NO CONFIES EN EL VIEJO ESTADO CHILENO, QUE ES LA MAQUINA DE OPRESION DEL IMPERIALISMO, LA GRAN BURGUESIA Y LOS TERRATENIENTES
 CONTRA NUESTRO PUEBLO.

LA OPRESION POLÍTICA DEL VIEJO ESTADO GARANTIZA
LA EXPLOTACION ECONOMICA QUE SUS AMOS, LOS GRANDES PROPIETARIOS,APLICAN SOBRE NUESTRO PUEBLO.

LA CONSTITUCION REGLAMENTA EL FUNCIONAMIENTO
DE ESA MAQUINA DE OPRESION POLÍTICA
Y ES LETRA MUERTA CUANDO HABLA DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO.

LA CONSTITUCION PODRA IMPONER LIMITES AL PODER DE LAS CLASES DOMINANTES, PERO ESE PODER AUNQUE LIMITADO, SEGUIRA SUBSISTIENDO
¿ES LA SOLUCION?

¡BOICOT AL PROCESO CONSTITUYENTE!

NO CONFIES EN LAS PROMESAS DEL OPORTUNISMO DEL FRENTE AMPLIO Y DE LOS RENEGADOS DEL MARXISMO: EL FALSO PC.
ELLOS QUIEREN SU TAJADA.

CONFIA SOLO EN LA FUERZA DE TU PUEBLO Y EN SUS MEJORES HIJOS QUE VAN A LA VANGUARDIA, ORGANIZADOS Y ARMADOS.

LA VERDADERA LUCHA ES LA LUCHA DE CLASES ENTRE EXPLOTADOS Y EXPLOTADORES, ENTRE OPRIMIDOS Y OPRESORES, ENTRE PUEBLO Y REACCION, ENTRE REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION.

LA REVOLUCION ES LA LUCHA VIOLENTA, CON GUERRA POPULAR,
PARA ARREBATARLE EL PODER A LAS CLASES EXPLOTADORAS,
DESTRUYENDO SU VIEJO ESTADO Y REEMPLAZANDOLO
POR UN NUEVO ESTADO DEMOCRATICO POPULAR.

******

¡CULMINAR LA RECONSTITUCION DEL PARTIDO COMUNISTA,
FUNDADO POR RECABARREN!.
¡ARRANCARLO DE LAS FAUCES DE LOS RENEGADOS DEL MARXISMO,
DEL FALSO PC-TEILLIER (PODRIDA MAQUINA ELECTORAL)!

¡CONVERTIRLO EN MAQUINA DE COMBATE, EN UN PARTIDO DE NUEVO TIPO,
MARXISTA LENINISTA MAOISTA Y MILITARIZADO!

******

EL DESTINO DE LAS MASAS POPULARES ES HACER LA REVOLUCION
EL DESTINO DEL PARTIDO COMUNISTA ES CONDUCIRLA.

¡VIVA EL MAOISMO, ABAJO EL REVISIONISMO!


PARTIDO COMUNISTA DE CHILE                                                                                        DICIEMBRE, 2019.

AFICHE SOBRE LA EXPLOSION POPULAR DEL 18 Y 19 OCTUBRE. Partido Comunista de Chile



Viva la explosion popular, abajo el pacifismo electorero. Movimiento de obreros y trabajadores clasistas

 

Diciembre 2019

Volante distribuido en diciembre 2019. Consta de portada, texto y citas al final.

 

 

MOVIMIENTO DE OBREROS Y TRABAJADORES CLASISTAS

MOTC - CHILE

  

¡VIVA LA EXPLOSIÓN POPULAR

DEL 18 Y 19 DE OCTUBRE!

¡ABAJO LAS CONVOCATORIAS PACIFISTAS DEL OPORTUNISMO ELECTORERO!

                              Portada 


Chile, diciembre, 2019

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¡VIVA LA EXPLOSIÓN POPULAR DEL 18 Y 19 DE OCTUBRE!

¡VIVAN LAS SUBSIGUIENTES PROTESTAS POPULARES!

 

¡ABAJO LAS CONVOCATORIAS PACIFISTAS DEL OPORTUNISMO

ELECTORERO!

 Saludamos las combativas acciones de protesta contra el alza del costo de vida que dieron lugar a la explosión popular del 18 y 19 de octubre en Santiago y las posteriores protestas populares (acciones violentas) en todo el país, que surgieron al interior de las marchas pacíficas, repudiando el pacifismo electorero y negociador de la “mesa social”, del frente amplio y del falso pc, pandilla de renegados del marxismo, partiducho burgués que de comunista no tiene nada. Pero además, al interior de las mismas protestas populares, activistas consecuentes del movimiento, repudiaron a quienes utilizaban las acciones violentas para presionar al gobierno a la negociación; y por el contrario las enrumbaron hacia el enfrentamiento frontal contra el gobierno y el sistema social imperante, educando a las masas en el uso de la violencia revolucionaria (aplicarla contra la gran propiedad, respetando la mediana y pequeña) y en la lucha contra el revisionismo (pacifista y electorero).

Mientras las marchas pacíficas gritaban contra los “30 años” del modelo neoliberal, las protestas populares que les seguían protestaban con acciones violentas, contra un siglo de dominio de todo el capitalismo burocrático, asentado sobre la semifeudalidad de dos siglos y en beneficio del imperialismo. El oportunismo y los renegados del marxismo del falso pc, solo quieren luchar contra el “modelo neoliberal” de los 30 años, y no contra todo el capitalismo burocrático porque quieren su parte, sueñan con controlar por ejemplo el sistema previsional estatal con el que plantean reemplazar las AFP, de ahí su “no + afp”. Pero además de esta contradicción entre masas y capitalismo burocrático, existe otra que es la pugna entre las dos facciones en que está dividida la gran burguesía chilena. La facción compradora formada por los monopolios privados (grupos económicos) que hoy dirige el Estado y la facción burocrática formada por los monopolios estatales (Codelco, el metro, etc.) que también es parte del Estado aunque hoy en minoría. Esta última facción, hoy utiliza al oportunismo del frente amplio y a los renegados del marxismo del falso pc, para que lleven a las masas tras la consigna “nueva constitución”, en la que se le otorgue al Estado mayor participación en la economía; disfrazando sus pretensiones con su hipócrita propaganda de insertar “igualdad y justicia” al modelo económico.

Lejos de esta farsa, lejos de estas ilusiones, lo real es que en Chile existen clases sociales que luchan entre sí alineadas en dos frentes antagónicos: explotados y explotadores, pueblo y reacción, revolución y contrarrevolución. La gran burguesía y los terratenientes sirvientes del imperialismo principalmente norteamericano, explotan a las cuatro clases que forman el pueblo: proletariado, campesinado, pequeña burguesía y burguesía nacional.

El Estado es la máquina que utilizan las dos clases dominantes para ejercer su dictadura sobre el pueblo y colocar en la mente del pueblo que el único autorizado a ejercer violencia es el Estado (las FFAA y policiales son columna vertebral de todo Estado). Y los sucesivos gobiernos son la forma en que se administra el Estado, por lo que debajo de estos gobiernos, sean fascistas, de facto, o los más democráticos o con discurso “socialista”, encontraremos siempre la dictadura de la gran burguesía y los terratenientes feudales, sirvientes del imperialismo.

Por tanto, no se trata de cambiar el tipo de gobierno y reformar el Estado, pues estaremos perfeccionando la vieja máquina de dictadura feudal-burguesa de la minoría (gran burgueses y terratenientes) sobre la mayoría (el pueblo chileno). Lo que hay que hacer es destruirla con lucha armada, con guerra popular, porque las clases dominantes jamás dejaran el poder voluntaria y pacíficamente; y construir un nuevo Estado democrático popular de todo el pueblo. Llamamos a este proceso de destrucción y construcción simultáneas, revolución democrático-nacional.

¿Qué se concluye del movimiento actual? El punto central del debate hoy es el papel del Estado: subsidiario o interventor y en lo económico: Libre mercado a secas o libre mercado con equidad. En cualquier caso, al pueblo no le beneficia, por lo cual no corresponde participar y por el contrario corresponde desenmascarar por medio del boicot este reaccionario proceso constituyente, que entregará otra constitución acorde con los intereses explotadores.

  En este contexto, las tareas inmediatas de la reacción son:

-          Resolver la crisis actual y desarrollar el capitalismo burocrático.

-          Impulsar el proceso constituyente actual

-          Reprimir el desarrollo de las protestas populares conjurando la preparación e inicio de la guerra popular. 

Las tareas del pueblo son:

-          Desarrollar la lucha popular en torno al alza del costo de vida en ciudad y por la tierra en el         campo.

-          Boicot a la constitución. Desenmascarar y aplastar al oportunismo y al revisionismo

-        Desbordar la legalidad por medio de la violencia revolucionaria apuntando al enemigo principal: la gran burguesía, terratenientes y el imperialismo yanqui, educando a las masas en aplastar al revisionismo.

 

¡Culminar el tránsito a la segunda etapa de la reconstitución del Partido Comunista de Recabarren, en función de preparar e iniciar la lucha armada, en su forma más elevada, como guerra popular!

 

Movimiento de obreros y trabajadores clasistas - MOTC                   Diciembre, 2019

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CITAS GUIA:

 "Los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos. Proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente. Las clases dominantes pueden temblar ante una Revolución Comunista. Los proletarios no tienen nada que perder en ella más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar. ¡Proletarios de todos los países, uníos!".       

Marx-Engels

 

"Sólo los bribones o los tontos pueden creer que el proletariado debe primero conquistar la mayoría en las votaciones realizadas bajo el yugo de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que sólo después debe conquistar el Poder. Esto es el colmo de la estulticia o de la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases y la revolución por votaciones bajo el viejo régimen, bajo el viejo Poder”. “Esto es ya el más puro y el más vil oportunismo, es ya renunciar de hecho a la revolución acatándola de palabra."

"Una clase oprimida que no aspirase a aprender el manejo de las armas, a tener armas, esa clase oprimida solo merecería que se la tratara como a los esclavos. Nosotros, si no queremos convertirnos en pacifistas burgueses o en oportunistas, no podemos olvidar -que vivimos en una sociedad de clases, de la que no hay ni puede haber otra salida que la lucha de clases. En toda sociedad de clases -ya se funda en la esclavitud, en la servidumbre, o, como ahora, en el trabajo asalariado-, la clase opresora está armada”.

V.I. Lenin

 "Todos los comunistas tienen que comprender esta verdad: El poder nace del fusil"

"La tarea central y la forma superior de una revolución es la toma del Poder por medio de las armas, es la solución del problema por medio de la guerra. Este principio marxista-leninista de la revolución tiene validez universal, tanto en China como en los demás países"

"La experiencia de la lucha de clases en la era del imperialismo nos enseña que sólo mediante el poder del fusil pueden la clase obrera y las masas trabajadoras derrotar a la burguesía y los terratenientes armados; en este sentido podemos decir que solamente con fusiles puede transformarse el mundo entero"                              

Mao Tse-Tung

 “Necesita el pueblo para su felicidad, de la reconstrucción total de la organización del Estado, y esa reconstrucción, no la puede hacer un parlamento de capitalistas. Es solo el pueblo la única fuerza capaz de esa reconstrucción. Por eso no podemos ofrecer hacer leyes para parchar una organización ruinosa que debe abandonarse para dar paso a una nueva organización, que, como la organización obrera, trae en su seno, los gérmenes de la nueva vida”

Luis Emilio Recabarren Fundador del PC de Chile

 Fin del volante.

MOVIMIENTO DE OBREROS Y TRABAJADORES CLASISTAS


NUEVA ENTREGA: REVISTA BANDERA ROJA N° 2






¡Proletarios de todos los países, uníos!



SOBRE EL MOVIMIENTO DE OBREROS 
Y TRABAJADORES CLASISTAS.


Teniendo como guía el marxismo-leninismo-maoísmo y habiendo sancionado la Línea política general de nuestro partido, hemos esbozado la línea política específica para el movimiento de obreros y trabajadores clasistas; considerando que este movimiento es pilar fundamental del frente único popular, el cual a su vez, es el tercer instrumento de la revolución y sustento del nuevo Estado democrático popular. El presente documento consta de tres partes:

-          El proletariado y las masas populares

-          La lucha económica y la lucha por el poder

-          La línea de clase en el movimiento de obreros y trabajadores.





I.    EL PROLETARIADO Y LAS MASAS POPULARES


 1.      LAS MASAS POPULARES HACEN LA HISTORIA.

Las masas hacen la historia. Ellas han generado todo lo conquistado por la humanidad; y desde que existe la propiedad privada, las clases y el Estado, es la lucha de clases de las masas populares la fuerza motriz de la sociedad. El Presidente Mao dijo:
El pueblo, y sólo el pueblo, es la fuerza motriz que hace la historia mundial”.

Luis Emilio Recabarren, nuestro fundador, escribió:
El pueblo es la fuerza. El pueblo es el poder y es la ley”.
“El pueblo es más sabio y más poderoso. El pueblo triunfará. El pueblo es eterno. Los lacayos perecerán”.

Al referirse a los cambios en la sociedad, el Presidente Mao escribió:
“Los cambios que se producen en la sociedad se deben principalmente al desarrollo de sus contradicciones internas, es decir, las contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, entre las clases y entre lo viejo y lo nuevo. Es el desarrollo de estas contradicciones lo que hace avanzar la sociedad e impulsa la sustitución de la vieja sociedad por la nueva”.

Y precisamente son las masas populares las que impulsan el desarrollo de estas tres contradicciones. En el caso de la primera, las masas trabajadoras manejan las fuerzas productivas y ellas mismas son la fuerza productiva principal. Con relación a la segunda contradicción, las masas populares constituidas en clases, derrocan a los opresores destruyendo las viejas relaciones de producción. Y respecto a la tercera, es a través de las revoluciones que las masas impulsan lo nuevo reemplazando lo viejo y podrido. Esta poderosa fuerza de las masas insurge por oleadas en la lucha de clases y el problema es organizarlas. Engels dijo:
En la política no existen más que dos fuerzas decisivas: la fuerza organizada del Estado, el ejército y la fuerza no organizada, la fuerza elemental de las masas populares”.

Y solo pueden ser organizadas para la conquista del poder con rumbo al comunismo, por la clase más revolucionaria de la historia, el proletariado internacional, que en cada país, actúa a través de su partido político, el Partido Comunista de nuevo tipo y militarizado.

 

2.      EL PROLETARIADO ES CLASE DIRIGENTE DE LA REVOLUCION.


El proletariado es la clase más revolucionaria y por tanto clase dirigente de la revolución, que garantiza el rumbo al comunismo. Y es el marxismo leninismo maoísmo la única ideología científica consecuente con este principio fundamental.

Marx en el Manifiesto Comunista planteó:
"De todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesía, sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria. Las demás clases van degenerando y desaparecen con el desarrollo de la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto más peculiar. Las capas medias -el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano y el campesino-, todas ellas luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales capas medias. No son, pues, revolucionarias, sino conservadoras. Más todavía, son reaccionarias, ya que pretenden volver atrás la rueda de la historia. Son revolucionarias únicamente cuando tienen ante sí la perspectiva de su tránsito inminente al proletariado; defendiendo así, no sus intereses presentes, sino sus intereses futuros, cuando abandonan sus propios puntos de vista para adoptar los del proletariado".                                       

Y estableció las condiciones económicas que forjan al proletariado como la clase más revolucionaria.
Primero por su condición de clase despojada de toda propiedad sobre los medios de producción social. Por tanto es la única clase antagónica a la burguesía,
Las condiciones de existencia de la vieja sociedad están ya abolidas en las condiciones de existencia del proletariado. El proletariado no tiene propiedad”.

Segundo por el grado de concentración y la disciplina colectiva impuesta por la socialización del trabajo bajo dirección burguesa.
la industria, en su desarrollo, no sólo acrecienta el número de proletarios, sino que los concentra en masas considerables; su fuerza aumenta y adquieren mayor conciencia de la misma.
[A mayor concentración de masa es] “mayor la forma cooperativa del proceso de trabajo…la trasformación de los medios de trabajo en medios de trabajo utilizables sólo colectivamente.
Marx. El Capital.

Y dado que es la burguesía la que genera estas dos condiciones económicas de vida del proletariado, concluye Marx, que la burguesía crea a su propio sepulturero, al proletariado.

Por su parte Lenin demostró que con el imperialismo, la situación descrita por Marx se exacerba. Junto a la socialización del trabajo dentro de las fábricas, se desarrolla con los monopolios, la socialización de la producción fuera de ellas pero obviamente sin llegar a la socialización completa, pues solo se llega a ella con la revolución mundial. En la etapa imperialista del capitalismo, la posición del proletariado esencialmente es la misma que Marx expuso en la época previa al imperialismo. Así Lenin también planteó las condiciones económicas que lo preparan al proletariado como clase más revolucionaria,
El derrocamiento de la dominación de la burguesía sólo puede llevarlo a cabo el proletariado, como clase especial cuyas condiciones económicas de existencia le preparan para ese derrocamiento y le dan la posibilidad y la fuerza de efectuarlo”.

Condiciones económicas que lo preparan además como jefe de las masas populares,
Mientras la burguesía desune y dispersa a los campesinos y a todas las capas pequeñoburguesas, cohesiona, une y organiza al proletariado. Sólo el proletariado – en virtud de su papel económico en la gran producción– es capaz de ser el jefe de todas las masas trabajadoras y explotadas, a quienes con frecuencia la burguesía explota, esclaviza y oprime no menos, sino más que a los proletarios, pero que no son capaces de luchar por su cuenta para alcanzar su propia liberación”.

Estas condiciones económicas creadas por la burguesía, se limitan a preparar al proletariado dándole la fuerza y la posibilidad de ser clase dirigente. La transformación de ésta posibilidad en certeza, requiere de otros factores que están fuera de la esfera económica. Tales factores pertenecen a la superestructura, específicamente a la esfera política y son la ideología y el Partido político. Solo con estos factores el proletariado puede forjar los demás instrumentos de la revolución y organizar efectivamente a las masas populares, para derrocar a la burguesía, conquistar el poder y marchar hacia el comunismo. Por eso Lenin dijo que al proletariado le llega el marxismo desde afuera.
“Hemos dicho que los obreros no podían tener conciencia socialdemócrata [comunista]. Esta sólo podía ser traída desde fuera. La historia de todos los países demuestra que la clase obrera está en condiciones de elaborar exclusivamente con sus propias fuerzas sólo una conciencia tradeunionista [sindical], es decir, la convicción de que es necesario agruparse en sindicatos, luchar contra los patronos, reclamar al gobierno la promulgación de tales o cuales leyes necesarias para los obreros, etc. En cambio, la doctrina del socialismo ha surgido de teorías filosóficas, históricas y económicas elaboradas por intelectuales, por hombres instruidos de las clases poseedoras. Por su posición social, los propios fundadores del socialismo científico moderno, Marx y Engels, pertenecían a la intelectualidad burguesa”.

Dentro de la esfera económica el proletariado como clase, solo puede generar “espontáneamente” lucha económica y consciencia sindical, fuera de la esfera económica el proletariado genera “conscientemente” lucha política por el poder y conciencia comunista.   

El Presidente Mao, en base a su experiencia en la revolución China, especificó la posición del proletariado, dándonos la guía para comprender dicha posición en todo país atrasado.
Aunque débil numéricamente, el proletariado industrial representa las nuevas fuerzas productivas de China, es la clase más progresista de la China moderna y se ha convertido en la fuerza dirigente del movimiento revolucionario. Para apreciar la importante posición del proletariado industrial en la revolución china, basta con ver la fuerza que ha desplegado en las huelgas de los últimos cuatro años.

Especificó tres razones por las cuales el proletariado tiene dicha posición. Las dos primeras corresponden precisamente a las establecidas por Marx y Lenin, y la tercera es específica para un país atrasado como lo era China.
La primera razón por la cual los obreros industriales ocupan esta posición es su concentración. Ningún otro sector de la población está tan concentrado como ellos. La segunda razón es su baja condición económica. Privados de medios de producción, no poseen más que sus manos, ni tienen esperanza alguna de enriquecerse; [La tercera razón] además, son víctimas del más despiadado trato por parte de los imperialistas, los caudillos militares y la burguesía. A todo esto se debe su gran capacidad de lucha”.

Junto al proletariado industrial, resaltó la posición de los obreros portuarios y del proletariado rural. Sobre este último señaló:
La agricultura capitalista moderna está aún poco desarrollada en China. Con el término proletariado rural designamos a los asalariados agrícolas contratados por año, por mes o por día. Desprovistos de tierra, de herramientas de labranza y de fondos, sólo pueden subsistir vendiendo su fuerza de trabajo. De todos los trabajadores, ellos tienen la más larga jornada de trabajo, reciben los más bajos salarios y el peor trato, y están sujetos a la mayor inseguridad de empleo. Por ser los que sufren mayores privaciones en el campo, ocupan en el movimiento campesino una posición tan importante como los campesinos pobres”.

Pero no es todo. Debido a la condición compleja de las clases en un país atrasado, semifeudal y semicolonial como lo era China en ese tiempo, Mao precisó que en torno al proletariado industrial existía un semi-proletariado constituido por cinco categorías: campesinos semi-propietarios, campesinos pobres, pequeños artesanos, dependientes de comercio y vendedores ambulantes.
-          Las dos primeras categorías, los campesinos semi-propietarios y los campesinos pobres, constituían la mayoría en el campo en la que “el problema campesino es esencialmente su problema”.
-          Las tres primeras categorías, los campesinos semi-propietarios, los campesinos pobres y además los pequeños artesanos, se veían obligados a vender su fuerza de trabajo por temporadas.
-          La cuarta categoría, los dependientes de comercio, recibían un sueldo tan miserable que los hacía sobrellevar una existencia proletaria.
-          La quinta categoría, los vendedores ambulantes, poseían un “capital insignificante”, con ganancias que no les alcanzaban ni para ropa y vivienda, llevando también una existencia proletaria.

Esta situación material en que existía el semi-proletariado chino lo impulsó a la revolución. Finalmente el Presidente Mao sintetizó el papel de la clase obrera internacional, en todo tipo de país:
"El proletariado es la más grande clase en la historia de la humanidad. Es la clase revolucionaria más poderosa en lo ideológico, en lo político y por su fuerza; puede y debe unir en torno suyo a la aplastante mayoría para aislar al máximo al puñado de enemigos y atacarlo".


3.      EL PROLETARIADO EN CHILE. RECABARREN

La situación descrita del proletariado en China, es en extremo similar a la situación del proletariado chileno; esta similitud se explica porque nosotros ahora, como lo fue China en ese entonces, pertenecemos al conjunto de países semifeudales y semicoloniales explotados y oprimidos por el dominio imperialista a través del capitalismo burocrático. Recabarren que dedicó su vida completa a la educación, movilización y organización del proletariado chileno, confirma aquellos planteamientos a pesar de no haber conocido la obra del Presidente Mao. Denunció la feudalidad como base de la explotación capitalista que sufrían los obreros, al referirse al “sistema feudal y de esclavitud que hasta hoy impera en la región de las minas y el salitre” (1919). Subrayó la explotación de los obreros por el imperialismo:
vosotros los obreros de Chuquicamata sois considerados por vuestros demócratas patrones, como viles esclavos productores de oro para Estados Unidos, no para vuestra patria. Vuestros esclavizadores no os conceden ninguna libertad. La constitución chilena os garantiza el derecho de reunión y de asociación, el derecho de leer sin permiso y sin censura previa. Eso os garantiza en la letra la constitución nacional chilena. Pero los déspotas que gobiernan ese mineral han metido nuestra ley en las letrinas y se burlan de nuestro pueblo productor con la venia de las autoridades. El derecho a leer a reunión a asociación, habrá que conquistarlo en lucha franca y resuelta”, “ninguna enfermedad puede dañarnos tanto como la falta de libertad para vivir, a que quieren someternos, los yanquis, los demócratas”. (1919)

En el periodo de la fundación del Partido Comunista de Chile, Recabarren resaltó el papel del proletariado,
¡Solo el proletariado, con el poder politico en sus manos, puede hacer la felicidad social! Y con esta divisa hemos luchado y seguiremos luchando”. (1924)
Lo que queda claro de todo esto es lo que siempre hemos aconsejado: Que el proletariado sea una fuerza capaz de tomar en sus manos el poder, de conservarlo y de crear con ella las nuevas condiciones de la vida y la nueva organización social”. (1924)

Hoy en el periodo de la reconstitución del Partido Comunista de Chile, constatamos que el proletariado sufre la opresión y explotación del imperialismo, de la gran burguesía y terratenientes chilenos; que está estrechamente vinculado con la numerosa clase campesina, de la cual proviene; que una mayoría urbana de obreros y trabajadores está dispersa en la pequeña y mediana industria, soportando un régimen asalariado mezclado con métodos serviles propios de la feudalidad subsistente; que el resto de obreros y trabajadores está concentrado en la gran industria manufacturera y extractiva.
En la ciudad el proletariado posee una notable influencia sobre las capas inferiores de la pequeña burguesía, empujadas a la proletarización. Y en el campo, a través del proletariado rural más disperso pero más explotado que el industrial, está influyendo de manera creciente sobre el campesinado principalmente pobre que a su vez está obligado a la asalarización a través del trabajo temporal.

Las condiciones económicas de existencia fundamentales señaladas por Marx, Lenin y el Presidente Mao se presentan en el proletariado chileno de la siguiente manera.
Primero, es clase despojada de toda propiedad sobre medios de producción social, y cuando se ve obligada a trabajar con sus herramientas, estas no son un capital sino medios de subsistencia para él, pues sus ingresos no alcanzan para mantener un ‘fondo de reposición’; en cambio, esas herramientas son para su patrón medios de producción gratuitos, pues cuando se deterioren le bastará reemplazar al trabajador por otro con herramientas nuevas.
Segundo, es clase sometida a un grado de concentración y a diferentes grados de socialización del trabajo (disciplina de trabajo en equipo) en las fábricas, en la construcción y demás faenas del campo y ciudad, bajo el mando de mediocres funcionarios o capataces.
Y tercero, como clase generada por el capitalismo burocrático, es clase sobreexplotada, pues de la plusvalía robada, salen las ganancias para los tres parásitos: el imperialismo, la gran burguesía y los terratenientes.

Estas características hacen del proletariado chileno, la clase más revolucionaria y clase dirigente de la revolución democrático nacional y subsiguiente revolución socialista, clase que garantiza el rumbo al comunismo.

Solo el marxismo leninismo maoísmo es capaz de sostener consecuentemente esta condición de clase más revolucionaria, de clase dirigente y clase que garantiza el rumbo al comunismo, que históricamente tiene el proletariado internacional. Las demás posiciones son inconsecuentes y hasta contrarias, pues niegan dicha condición. El viejo revisionismo chileno declara que el partido comunista es un partido pluriclasista, los trotskistas, anarcos, allendistas y terceristas (guevaristas, etc.) afirman que no es lo mismo proletariado que clase obrera; que el proletariado incluye además otros sectores populares cuyo nivel de vida se va proletarizando; que en varias oportunidades son estos sectores populares los que han estado ejerciendo la dirección de los movimientos populares, bajo su consigna de “construir poder popular en la calle”. Todas estas posiciones expresan el afán del ala derecha de la pequeña burguesía por arrebatarle al proletariado la dirección de la revolución para venderla a cambio de puestos y favores en el viejo orden social, posiciones que son resonantes a la posición imperialista que desde hace años sostiene que el proletariado ya no existe, pues se ha reconvertido en microempresarios o técnicos que brindan “servicio de terceros”, que la fuerza de trabajo ya no es la fuente de la ‘riqueza’, de la plusvalía, y que la nueva fuente es el conocimiento tecnológico. Estas ridículas posiciones se estrellan contra la realidad, en la cual mientras siga existiendo el capitalismo, incluso bajo el ropaje de modernidad del nuevo milenio, continuarán vigentes las leyes sociales que lo rigen, descubiertas por Marx en el siglo XIX y profundizadas por Lenin y el Presidente Mao en el siglo XX.       



II.   LA LUCHA ECONOMICA Y LA LUCHA POLITICA POR EL PODER.

Las masas populares siempre luchan. El movimiento popular no puede ser destruido, porque es generado por las condiciones objetivas económicas de explotación burguesa. Luchar por demandas inmediatas es el estado natural de los “contratados” que reaccionan contra la pobreza, así como explotar y oprimir es el estado natural de los ‘contratantes’ que engendran esa pobreza. Pero esta lucha económica, es por sí misma incapaz de evolucionar a una lucha por la conquista del poder; hace falta la acción desde afuera, del ‘vacilo revolucionario’ como decía Lenin, para que esto ocurra. La comprensión cabal sobre cómo sirve la lucha por demandas inmediatas a la lucha por la conquista del poder requiere partir de los planteamientos del marxismo leninismo maoísmo.


1.   LOS PLANTEAMIENTOS DE MARX Y ENGELS


Marx plantea que el ámbito de la lucha económica es en síntesis el mercado laboral:
“La resistencia periódica que los obreros oponen a la rebaja de sus salarios y sus intentos periódicos por conseguir una subida de salarios, son fenómenos inseparables del sistema del trabajo asalariado y responden precisamente al hecho de que el trabajo se halla equiparado a las mercancías y, por tanto, sometido a las leyes que regulan el movimiento general de los precios”.
Marx. “Salario, precio y ganancia”.

El salario no es el precio del trabajo sino de la ‘fuerza de trabajo’, que es la mercancía que el obrero vende al patrón. La lucha entre oferta y demanda determina el precio de ésta mercancía. Esta ley del mercado se expresa en el mercado laboral como lucha económica del proletariado por el lado de la oferta y como imposición, por parte de la burguesía, de sus términos por el lado de la demanda. Una oferta mayor que la demanda disminuye el precio de la fuerza de trabajo, esta es la razón del desempleo.

El capitalismo burocrático chileno provoca el aumento de la oferta de mano de obra por tres medios principales. Mantiene la semifeudalidad para desarrollar un estrangulamiento permanente de la economía campesina, provocando migración constante del campesinado entre el campo y la ciudad. Segundo, siendo engendro del imperialismo, el capitalismo burocrático aplica planes imperialistas, que encarecen la educación privada destinada a los mandos altos de la empresa, e introduce su llamada “educación pública gratuita” universitaria para mandos medios, y su “educación público-privada gratuita” técnica (liceos, CFT, institutos profesionales, ingenierías de ejecución) para obreros calificados; de esta manera empuja a las juventudes populares, al mercado laboral obrero, a las condiciones de vida proletarias. Tercero, el encarecido nivel de vida urbano estrangula la vida familiar de los trabajadores, destruyendo sus hogares, cuya secuela son los tribunales familiares, para lanzar a las mujeres y niños al trabajo.
En cuanto a la demanda de trabajo, la gran burguesía controla directamente su demanda con la externalización de servicios y la flexibilidad laboral que permite reducir (despido por ‘termino de obra’ y jornada parcial) o ampliar (contratar nuevos o utilizar el margen obligatorio de horas extraordinarias de los viejos) el uso de mano de obra. La ciencia económica burguesa admite la necesidad de que haya un mínimo indispensable de desocupados, el 5% de la PEA. Una economía que haya llegado a ese porcentaje es denominada, economía de pleno empleo.

Si esta es la situación ventajosa para la burguesía en el mercado laboral, fuera de él lo es más, porque es la burguesía y no el obrero, quien fija el valor de la fuerza de trabajo antes de que el obrero llegue a ofrecerse al mercado. ¿Cómo manipula la burguesía el nivel del salario? El valor de la fuerza de trabajo, cuya expresión monetaria es el salario, está formado por dos elementos, uno físico y otro histórico social. Marx dice:

“Pero hay ciertos rasgos peculiares que distinguen el valor de la fuerza de trabajo o el valor del trabajo de los valores de todas las demás mercancías. El valor de la fuerza de trabajo está formado por dos elementos, uno de los cuales es puramente físico, mientras que el otro tiene un carácter histórico o social.”

Con relación al elemento físico del salario o límite mínimo.

“Su límite mínimo está determinado por el elemento físico; es decir, que para poder mantenerse y reproducirse, para poder perpetuar su existencia física, la clase obrera tiene que obtener los artículos de primera necesidad absolutamente indispensables para vivir y multiplicarse. El valor de estos medios de sustento indispensables constituye, pues, el límite mínimo del valor del trabajo”.

Este límite mínimo del valor de la fuerza de trabajo, es el salario mínimo, el cual depende del precio de los artículos de primera necesidad (canasta familiar). La gran burguesía chilena hace bajar los precios de la canasta familiar con las importaciones, para evitar la presión del pueblo por un alza general de salarios; y hace subir los precios cuando el alza general de salarios se ha producido, como ocurrió en los años noventa en que Frei elevó los salarios, y el siguiente gobierno, Lagos, se encargó de la suba de precios en la canasta familiar.

Con relación al elemento histórico social, dice Marx.

Además de este elemento puramente físico, en la determinación del valor del trabajo entra el nivel de vida tradicional en cada país. No se trata solamente de la vida física, sino de la satisfacción de ciertas necesidades, que brotan de las condiciones sociales en que viven y se educan los hombres.......
Este elemento histórico o social que entra en el valor del trabajo puede dilatarse o contraerse, e incluso extinguirse del todo, de tal modo que sólo quede en pie el límite físico. Durante la guerra antijacobina los honorables hacendados ingleses.... redujeron los jornales de los obreros del campo hasta por debajo de aquel mínimo estrictamente físico, completando la diferencia indispensable para asegurar la perpetuación física de la raza, mediante las Leyes de Pobres. Era un método glorioso para convertir al obrero asalariado en esclavo, y al orgulloso yeoman de Shakespeare en indigente”.

La burguesía en la actualidad llama a este elemento histórico social, ‘calidad de vida’. La gran burguesía chilena, dilata o contrae esta ‘calidad de vida’, utilizando el mercado y el crédito. La calidad de vida de las masas populares es mísera, comparada con la de las clases explotadoras. Y cuando los trabajadores después de cubrir lo indispensable para vivir, gastan el resto en las necesidades correspondientes a esa ‘calidad de vida’, surgen los guevaristas, miristas y anarcos acusando a la masa de consumismo. 
Si al salario mínimo le incorporamos la ‘calidad de vida’, se obtiene el salario básico que en Chile no es obligatorio pues cada empresa determina si lo da y fija cuanto da. Debido a que el oportunismo enquistado en la CUT, hace algunos años comenzó a exigir mínimos de 220, 230, 260, 320, fue que la iglesia intervino planteando un nuevo concepto: “el salario ético”, su objetivo era trasladar la polémica, del salario ‘mínimo’ al salario ‘básico’; pues este último no es obligatorio, depende del criterio del empresario, de su ética. La CUT levantó su consigna ‘salario digno para vida digna’, como si esto pudiese conseguirse bajo el imperio del viejo Estado. Debajo de este debate, el problema de fondo era cuanto más de lo indispensable debe ganar el trabajador para ‘mínimamente’ garantizar el pago de los créditos de las supertiendas y evitar un colapso del sistema financiero.
La parte del salario destinada a la ‘calidad de vida’ puede desaparecer llegando al límite físico mínimo, al salario mínimo con el que viven un gran sector de trabajadores. Incluso el salario puede descender por debajo de ese límite físico, sobreviniendo la degradación del sistema de vida de los afectados, degradación a la que la burguesía llama ‘precariedad’ y que para compensarla el viejo Estado terrateniente burgués decreta las ‘leyes de pobres’ como se llamaban en los tiempos de Marx, y que hoy se denominan ‘programas de asistencia social’ cuya razón no es humanitaria, sino muy material: la necesidad de garantizar la niñez de futuros trabajadores, por eso son programas aplicados con índices familiares (CASEN), pues es la familia popular, la unidad social encargada de perpetuar la especie trabajadora. A su vez, la iglesia se encarga de la indigencia haciendo del ‘hogar de cristo’ una empresa rentable (¡!) y la gran burguesía lo hace acogiéndose a los beneficios (¡!) de la ley de ‘Responsabilidad Social Corporativa’ (fundaciones).

En cuanto a la jornada de trabajo Marx dice:
Por lo que atañe a la limitación de la jornada de trabajo, lo mismo en Inglaterra que en los demás países, nunca se ha reglamentado sino por injerencia legislativa. Sin la constante presión de los obreros desde fuera, la ley jamás habría intervenido. En todo caso, este resultado no podía alcanzarse mediante convenios privados entre los obreros y los capitalistas. Esta necesidad de una acción política general es precisamente la que demuestra que, en el terreno puramente económico de lucha, el capital es la parte más fuerte”.

En Chile el gobierno dio la ley que sin haber sufrido presión alguna del proletariado ¡redujo! la jornada a 45 horas. El gobierno dijo: para que los trabajadores tengan tiempo para capacitarse y vean a sus hijos. Pero tenía un real doble objeto: preparar condiciones para aplicar un nuevo plan de transporte de la gran masa trabajadora, el Transantiago; el cual implicaba un aumento en el tiempo de traslado y en segundo lugar necesidad de elevar la productividad. Sobre esto último Marx, al comentar la reducción de jornada en Inglaterra decía:

da un enorme impulso al desarrollo de la fuerza productiva y a la economía de las condiciones de producción, obligando a la vez al obrero a gastar más trabajo en el mismo lapso, a elevar la tensión de la fuerza de trabajo, a llenar más densamente los poros del tiempo de trabajo ... la hora más intensiva de la jornada laboral de 10 horas contiene ahora tanto o más trabajo, es decir, fuerza de trabajo gastada, que la hora más porosa de la jornada laboral de 12 horas”.
Marx, El capital

En síntesis la lucha económica es la “presión constante” por aumento de salario y reducción de jornada; “en este terreno puramente económico de lucha, el capital es la parte más fuerte”, por lo que el proletariado se ve obligado a organizar movimientos cada vez más amplios, bajo la perspectiva de presionar con “acciones políticas generales”, es decir acciones de todo el conjunto de la clase y ya no de grupos aislados, por reivindicaciones de carácter nacional.

Las acciones políticas generales de toda la clase (un paro nacional por ejemplo), constituyen el movimiento político que genera la lucha económica. Marx dice:

“El movimiento político de la clase obrera tiene como último objetivo, claro está, la conquista del poder político para la clase obrera y a este fin es necesario, naturalmente, que la organización previa de la clase obrera, nacida en su propia lucha económica, haya alcanzado cierto grado de desarrollo.
Todo movimiento en el que la clase obrera actúa como clase contra las clases dominantes y trata de forzarlas ‘presionando desde fuera’, es un movimiento político. Por ejemplo, la tentativa de obligar mediante huelgas a capitalistas aislados a reducir la jornada de trabajo en determinada fábrica o rama de la industria es un movimiento puramente económico; por el contrario, el movimiento con vistas a obligar a que se decrete la ley de la jornada de ocho horas, etc. es un movimiento político. Así pues, de los movimientos económicos separados de los obreros nace en todas partes un movimiento político, es decir, un movimiento de la clase, cuyo objeto es que se de satisfacción a sus intereses en forma general, es decir, en forma que sea compulsoria para toda la sociedad”.
Carta de Marx a Bolte. 1871.
Llamamos lucha económica a las acciones de grupos aislados y locales de obreros y trabajadores frente a sus respectivos patrones aislados y locales. Llamamos lucha política por demandas inmediatas a la lucha económica del conjunto de la clase contra toda la clase capitalista, ejerciendo presión al viejo estado a que consagre en una ley sus demandas (salario mínimo, jornada de 8 horas, etc.). Este movimiento o lucha política por demandas generales, no es más que la expresión política de la lucha económica, que se desenvuelve dentro de los límites impuestos por el orden político y legal burgués; por lo que es incapaz por sí misma, de desbordar estos límites y pasar de las acciones políticas generales que presionan al viejo Estado, a un movimiento político revolucionario que lo destruya logrando su primera y fundamental reivindicación, el poder para el proletariado y las masas populares.

En Chile corresponde a este movimiento político general, el paro nacional del 13 de agosto del 2003, y después de esta fecha, los movimientos obreros por sector productivo: minería, puertos, forestales, salmoneras y otros movimientos no proletarios, como las luchas nacionales estudiantiles de 1997, 2001 y 2006, la oleada del campesinado mapuche de 1997, los paros nacionales de empleados públicos y gendarmería. El hecho de que después del paro del 2003, no se haya logrado vertebrar una nueva ‘acción política general’, y que las masas trabajadoras se han visto obligadas a abrirse paso con movimientos de carácter sectorial, demuestra el papel siniestro del oportunismo en la CUT que frena las luchas. Aun así, las masas se movilizan y son reprimidas; y después son desmovilizadas por dirigentes que asisten a la transacción de puertas cerradas o a la instalación de mesas de dialogo con prolongados plazos. En una palabra, las costras dirigenciales ponen los movimientos en manos de la política demoliberal del gobierno.

¿Cómo vincular la lucha económica con lucha política por la conquista del poder? “desarrollando la organización que resulta del movimiento” tal como lo señala Marx, en función de la conquista del poder, labor que le corresponde al partido del proletariado. Por el contrario el oportunismo y revisionismo, utiliza la lucha política por demandas en función de sus objetivos electoreros, resistiéndose a abandonar el ámbito político de las clases explotadoras; sembrando esperanzas en que las leyes, el viejo Estado podrían resolver nuestros problemas.

Para desarrollar la organización que resulta del movimiento económico, es necesario aplicar la línea de clase establecida por Marx: 

“Pero si la tendencia de las cosas, dentro de este sistema, es tal, ¿quiere esto decir que la clase obrera debe renunciar a defenderse contra las usurpaciones del capital y cejar en sus esfuerzos por aprovechar todas las posibilidades que se ofrezcan para mejorar temporalmente su situación? Si lo hiciese, variase degradada en una masa uniforme de hombres desgraciados y quebrantados, sin salvación posible. Creo haber demostrado que las luchas de la clase obrera por el nivel de los salarios son episodios inseparables de todo el sistema de salarios, que en el 99% de los casos sus esfuerzos por elevar los salarios no son más que esfuerzos dirigidos a mantener en pie el valor dado del trabajo, y que la necesidad de forcejear con el capitalista acerca de su precio va unida a la situación del obrero, que le obliga a venderse a sí mismo como una mercancía. Si en sus conflictos diarios con el capital cediesen cobardemente, se descalificarían sin duda para emprender movimientos de mayor envergadura. Al mismo tiempo, y aun prescindiendo por completo del esclavizamiento general que entraña el sistema de trabajo asalariado, la clase obrera no debe exagerar ante sus propios ojos el resultado final de estas luchas diarias. No debe olvidar que lucha contra sus efectos, pero no contra las causas de estos efectos; que lo que hace es contener el movimiento descendente, pero no cambiar su dirección; que aplica paliativos, pero no cura la enfermedad. No debe por tanto, entregarse por entero a esta inevitable guerra de guerrillas, continuamente provocada por los abusos incesantes del capital o por las fluctuaciones del mercado. Debe comprender que el sistema actual, aun con todas las miserias que vuelca sobre ella, engendra simultáneamente las condiciones materiales y las formas sociales necesarias para la reconstrucción económica de la sociedad. En vez del lema conservador de ‘un salario justo por una jornada de trabajo justa’, deberá inscribir en su bandera esta consigna revolucionaria: abolición del sistema de trabajo asalariado’.”

“las tradeuniones [sindicatos] trabajan bien como centros de resistencia contra las usurpaciones del capital. Fracasan, en algunos casos, por usar poco inteligentemente su fuerza. Pero en general, son deficientes por limitarse a una guerra de guerrillas contra los efectos del sistema existente, en vez de esforzarse, al mismo tiempo, por cambiarlo, en vez de emplear sus fuerzas organizadas como palanca para la emancipación definitiva de la clase obrera; es decir, para la abolición definitiva del sistema de trabajo asalariado”.

Marx. Salario, precio y ganancia.

Marx establece así los puntos generales que constituyen la Línea de Clase que debe aplicarse en la lucha por demandas inmediatas, con el objeto de transformar esa lucha en un movimiento por la reivindicación fundamental: el poder político. Tales puntos son:

§  Defensa de la masa contra las usurpaciones del capital
§  Aprovechar todas las posibilidades para mejorar temporalmente su situación
§  Toda organización gremial es un centro de resistencia contra las usurpaciones del capital
§  Emplear estas fuerzas organizadas como palanca para la emancipación definitiva enarbolando la abolición del sistema de trabajo asalariado

En síntesis la lucha económica genera espontáneamente un movimiento político que presiona al gobierno por demandas inmediatas, pero es incapaz de plantearse por sí mismo, la conquista del poder. Los revolucionarios deben inculcar la línea de clase en este movimiento transformándolo en la resistencia a la explotación y en palanca para la conquista del poder.

2.  LOS PLANTEAMIENTOS DE LENIN


A partir de lo planteado por Marx, Lenin precisó que la lucha económica espontanea no va más allá de la presión al gobierno, porque un movimiento así, está sumergido en las escaramuzas por las demandas específicas, y no ve la lucha de clases general de todo el país. Y porque el oportunismo y la propia burguesía hacen todo lo posible para que no lo haga.
“la espontaneidad de los obreros se deja ‘llevar por el argumento de que conseguir aumentos de un kopek por rublo estaba más cerca y valía más que todo socialismo y toda política’.
Las frases de este tipo han sido siempre el arma favorita de los burgueses de Europa Occidental que, en su odio al socialismo, se esforzaban por trasplantar el tradeunionismo inglés a su suelo patrio, diciendo a los obreros que la lucha exclusivamente sindical es una lucha para ellos mismos y para sus hijos, y no para imprecisas generaciones futuras con un impreciso socialismo futuro”.

Que en esta inevitable y necesaria lucha por demandas inmediatas, los obreros luchan como obreros, los campesinos como campesinos, la pequeña burguesía como tal; pero que se hace necesario contar con elementos capaces de luchar como algo más que pertenecer a su propia clase, que deben ser además y principalmente revolucionarios, formando destacamentos especiales, capaces de apreciar el panorama de la lucha de clases general del país y de convocar a las masas para atravesar este panorama hacia la conquista del poder. Lenin detalla que son estos elementos de vanguardia forjados en la comprensión de la lucha de clases general, los que sistematizan la ideología marxista y la introducen en el movimiento obrero.

“La historia de todos los países demuestra que la clase obrera está en condiciones de elaborar exclusivamente con sus propias fuerzas sólo una conciencia tradeunionista, es decir, la convicción de que es necesario agruparse en sindicatos, luchar contra los patronos, reclamar al gobierno la promulgación de tales o cuales leyes necesarias para los obreros, etc. En cambio, la doctrina del socialismo ha surgido de teorías filosóficas, históricas y económicas elaboradas por intelectuales, por hombres instruidos de las clases poseedoras. Por su posición social, los propios fundadores del socialismo científico moderno, Marx y Engels, pertenecían a la intelectualidad burguesa. De igual modo, la doctrina teórica de la socialdemocracia ha surgido en Rusia independiente por completo del crecimiento espontáneo del movimiento obrero, ha surgido como resultado natural e ineludible del desarrollo del pensamiento entre los intelectuales revolucionarios socialistas”.
“Esto no quiere decir, naturalmente, que los obreros no participen en esa elaboración. Pero no participan como obreros, sino como teóricos del socialismo”
Lenin. ¿Qué hacer?

Plantea que el surgimiento de estos destacamentos organizados en Partido, hace que la presión al gobierno por demandas inmediatas, de ser un progreso respecto a las antiguas acciones aisladas de los obreros, se convierta en algo viejo respecto a las acciones organizadas para conquistar el poder. Y por tanto, la lucha por demandas inmediatas que no cesa, sienta la base para el desarrollo de dos caminos o políticas opuestas en el movimiento obrero y por ende en el movimiento popular.
Un camino incentiva la lucha por demandas inmediatas limitándola a ejercer presión sobre el viejo Estado; es la política burguesa del movimiento obrero y popular, que forja una conciencia sindicalera, pancista, que solo aprecia el corto plazo, la mejora inmediata pero temporal.
“El movimiento obrero espontáneo sólo puede crear por sí mismo el tradeunionismo (y lo crea de manera inevitable), y la política tradeunionista de la clase obrera no es otra cosa que la política burguesa de la clase obrera. La participación de la clase obrera en la lucha política, e incluso en la revolución política, en modo alguno convierte aún su política en una política socialdemócrata”.

Que en este camino confluyen las diversas corrientes sindicales contrarias al marxismo. Como hoy las tenemos en Chile: sindicalismo ‘libre’ del imperialismo y la gran burguesía, sindicalismo cristiano de la pastoral obrera y de la CAT; y en torno a la CUT, sindicalismo social cristiano de la DC, sindicalismo pluralista del falso pc revisionista, sindicalismo social democrático del ps, sindicalismo revolucionario de los indefinidos anarquizantes (fpmr, asamblea del pueblo, mir, etc.).

“Si entendemos por política la política tradeunionista, es decir, la aspiración común de todos los obreros de arrancar al Estado tales o cuales medidas contra las calamidades propias de su situación, pero que no acaban aún con esa situación, o sea, que no suprimen el sometimiento del trabajo al capital [entonces] esta aspiración es en verdad común tanto a los tradeunionistas ingleses, enemigos del socialismo, como a los obreros católicos, a los obreros "zubatovistas", etc.”

Precisó Lenin que el otro camino incentiva la lucha por demandas inmediatas para elevarla a la necesidad de destruir el viejo Estado, de conquistar el poder; es la política proletaria del movimiento obrero que forja la conciencia revolucionaria, que busca con pasión y cabeza fría, la mejora definitiva, la solución completa de los problemas de la sociedad.

“La lucha económica adquiere a menudo un carácter político de manera espontánea, es decir, sin la intervención de los ‘intelectuales’, que son el ‘bacilo revolucionario’, sin la intervención de los socialdemócratas conscientes.... la tarea de los socialdemócratas no se limita a la agitación política en el terreno económico: su tarea es transformar esa política tradeunionista en lucha política socialdemócrata, aprovechar los destellos de conciencia política que la lucha económica ha hecho penetrar en los obreros para elevar a éstos al nivel de conciencia política socialdemócrata”.

Que no se trata de darle carácter político a la lucha económica pues esta ya lo tiene, se trata de elevar este carácter político que tiene la lucha económica por demandas, a política por el poder. 

“La lucha económica ‘hace pensar’ a los obreros sólo en las cuestiones concernientes a la actitud del gobierno ante la clase obrera; por eso, por más que nos esforcemos en ‘dar a la lucha económica misma un carácter político’, jamás podremos, en los límites de esta tarea, desarrollar la conciencia política de los obreros (hasta el grado de conciencia política socialdemócrata), pues los propios límites son estrechos”.

Y especificó como debe trabajar el Partido, como se concibe un militante comunista, la propaganda comunista, y las tareas de movilizar, organizar y politizar a las masas. Veamos cada una de estas cuestiones fundamentales en palabras de Lenin.

Sobre como el Partido debe partir de la lucha de clases general y trabajar en todas las clases:

“Al obrero se le puede dotar de conciencia política de clase sólo desde fuera, es decir, desde fuera de la lucha económica, desde fuera del campo de las relaciones entre obreros y patronos. La única esfera de que se pueden extraer esos conocimientos es la esfera de las relaciones de todas las clases y sectores sociales con el Estado y el gobierno, la esfera de las relaciones de todas las clases entre sí. .... Para aportar a los obreros conocimientos políticos, los socialdemócratas deben ir a todas las clases de la población, deben enviar a todas partes destacamentos de su ejército”.

Sobre cómo debe ser el comunista, el revolucionario:
“el secretario de cualquier tradeunión inglesa., por ejemplo, ayuda siempre a los obreros a sostener la lucha económica, organiza la denuncia de los abusos en las fábricas, explica la injusticia de las leyes y disposiciones que restringen la libertad de huelga y la libertad de colocar piquetes cerca de las fábricas (para avisar a todos que en la fábrica dada se han declarado en huelga), explica la parcialidad de los árbitros pertenecientes a las clases burguesas del pueblo, etc., etc. En una palabra, todo secretario de tradeunión sostiene y ayuda a sostener ‘la lucha económica contra los patrones y el gobierno’. Y jamás se insistirá bastante en que esto no es aún socialdemocracia, que el ideal del socialdemócrata no debe ser el secretario de tradeunión, sino el tribuno popular, que sabe reaccionar ante toda manifestación de arbitrariedad de opresión, dondequiera que se produzca y cualquiera que sea el sector o la clase social a que afecte; que sabe sintetizar todas estas manifestaciones en un cuadro único de la brutalidad policíaca y de la explotación capitalista; que sabe aprovechar el hecho más pequeño para exponer ante todos sus convicciones socialistas y sus reivindicaciones democráticas, para explicar a todos y cada uno la importancia histórica universal de la lucha emancipadora del proletariado”.

Sobre cómo debe entenderse la propaganda y la agitación:
“las denuncias económicas (fabriles) han sido y son un resorte importante de la lucha económica. Y seguirán conservando esta importancia mientras exista el capitalismo, que origina necesariamente la autodefensa de los obreros”.
“se convierten en punto de partida para despertar la conciencia de clase, para iniciar la lucha sindical y la difusión del socialismo”
“las denuncias no se referían más que a las relaciones de los obreros de un oficio determinado con sus patronos respectivos, y lo único que lograban era que los vendedores de la fuerza de trabajo aprendieran a vender a mejor precio esta ‘mercancía’ y a luchar contra los compradores en el terreno de las transacciones puramente comerciales. Estas denuncias podían convertirse (siempre que las aprovechara en cierto grado la organización de los revolucionarios) en punto de partida y elemento integrante de la actividad socialdemócrata, pero podían conducir también (y, con el culto a la espontaneidad, debían conducir) a la lucha ‘exclusivamente sindical’ y a un movimiento obrero no socialdemócrata. La socialdemocracia dirige la lucha de la clase obrera no sólo para conseguir ventajosas condiciones de venta de la fuerza de trabajo, sino para destruir el régimen social que obliga a los desposeídos a venderse a los ricos. La socialdemocracia representa a la clase obrera en sus relaciones no sólo con un grupo determinado de patronos, sino con todas las clases de la sociedad contemporánea, con el Estado como fuerza política organizada. Se comprende, por tanto, que, lejos de poder limitarse a la lucha económica, los socialdemócratas no pueden ni admitir que la organización de denuncias económicas constituya su actividad predominante. Debemos emprender una intensa labor de educación política de la clase obrera, de desarrollo de su conciencia política”.

Sobre la movilización por demandas inmediatas:

“sólo la lucha económica, que solo la lucha por un mejoramiento directo e inmediato de su situación, es capaz de poner en movimiento a las capas más atrasadas de las masas explotadas, de educarlas verdaderamente y convertirlas -en época de revolución en el curso de unos pocos meses, en un ejército de luchadores políticos”

Sobre la organización con línea de clase:

"El principio fundamental, el primer precepto de todo movimiento sindical, consiste en lo siguiente: no confiar en el `Estado', confiar únicamente en la fuerza de su clase. El Estado es la organización de la clase dominante... ¡No confiéis en las promesas, confiad únicamente en la fuerza de la unión y de la conciencia de vuestra clase!"
"Nadie ayudará a los pobres si permanecen aislados. Ningún `Estado' ayudará al obrero asalariado del campo, al brasero, al jornalero, al campesino pobre, al semiproletario, y si él mismo no se ayuda. El primer paso para ello es la organización clasista independiente del proletariado agrícola"

Sobre la politización en medio de la lucha:

“Solo la lucha educa a la clase explotada, sólo la lucha le descubre el volumen de su fuerza, amplía sus horizontes, eleva su capacidad, aclara su inteligencia y forja su voluntad”

Sintetizando: las condiciones económicas de explotación burguesa, originan bajo circunstancias diferentes tanto la lucha por demandas inmediatas, como la lucha por la conquista del poder. La primera surge de la lucha de clases especifica del régimen asalariado; la segunda de la lucha de clases general de toda la sociedad. Los revolucionarios deben hacer de la lucha por demandas inmediatas, un medio por el cual las masas comprendan la necesidad de conquistar el poder, y se decidan progresivamente a hacerlo. La esencia de un Partido Comunista radica en tomando como guía la ideología marxista, partir de la lucha de clases general y trabajar en todas las clases y sectores de las masas populares en función de los objetivos. El papel de un militante comunista es el de un “tribuno popular” capaz de explicar cualquier conflicto social desde el cuadro de conjunto de la lucha de clases internacional y nacional, y no limitarse a la acción sindicalera que enreda a las masas en los detalles jurídicos de las demandas específicas.   


3.  PLANTEAMIENTOS DEL PRESIDENTE MAO


Partiendo de que la ideología, la política y su partido son el verdadero poder del proletariado, el Presidente Mao detalló la necesidad histórica de la ideología marxista.

“Durante un período muy largo en la historia, el hombre se vio circunscrito a una comprensión unilateral de la historia de la sociedad, ya que, por una parte, las clases explotadoras la deformaban constantemente debido a sus prejuicios, y, por la otra, la pequeña escala de la producción limitaba la visión del hombre. Sólo cuando surgió el proletariado moderno junto con gigantescas fuerzas productivas (la gran industria), pudo el hombre alcanzar una comprensión global e histórica del desarrollo de la sociedad y transformar este conocimiento en una ciencia, la ciencia del marxismo”.

Estableció la necesidad de la lucha por demandas inmediatas en función de la conquista del poder.

“debemos prestar profunda atención a los problemas relativos a la vida de las masas, desde los problemas de la tierra y el trabajo hasta los del combustible, el arroz, el aceite y la sal. .... Todos estos problemas relativos a la vida de las masas deben figurar en nuestro orden del día. Es preciso discutirlos y adoptar decisiones sobre ellos, ponerlas en práctica y verificar sus resultados. Debemos ayudar a las masas a comprender que nosotros representamos sus intereses y vivimos la misma vida que ellas. Debemos ayudarlas a que, partiendo de estas cosas, lleguen a la comprensión de las tareas aún más elevadas que hemos planteado, las de la guerra revolucionaria, de manera que apoyen la revolución, la extiendan por todo el país y, respondiendo a nuestros llamamientos políticos, luchen hasta el fin por la victoria de la revolución”.

Planteó como principio básico para organizar a las masas, el principio de la violencia revolucionaria.

"la tarea central y la forma superior de una revolución es la toma del Poder por medio de las armas, es la solución del problema por medio de la guerra. Este principio marxista-leninista de la revolución tiene validez universal, tanto en China como en los demás países"

Resaltó que todas las formas de lucha y organización son necesarias y que sirven a la forma principal de lucha y de organización, especificando estas en un país atrasado.

"En China, la forma principal de lucha es la guerra y la forma principal de organización el ejército. Todas las demás formas como las organizaciones y luchas de masas populares, son también muy importantes y absolutamente indispensables, y de ningún modo deben se dejadas de lado, el objetivo de todas ellas es servir a la guerra. Antes del estallido de la guerra todas las organizaciones y luchas tienen por finalidad prepararla,... Después del estallido de una guerra, todas las organizaciones y luchas se coordinan de modo directo o indirecto con la guerra."

Y definió el esquema fundamental para la construcción del Partido.

"El que sea correcta o no la línea ideológica y política lo decide todo. Cuando la línea del Partido es correcta, lo tenemos todo; si no tenemos hombres, los tendremos; si no tenemos fusiles los conseguiremos, y si no tenemos el poder, lo conquistaremos. Si la línea es incorrecta, perderemos lo que hemos conquistado."


III

LA LINEA DE CLASE EN EL MOVIMIENTO DE OBREROS
Y TRABAJADORES CLASISTAS


Partiendo de las tesis expuestas por Marx, Lenin y el Presidente Mao, y suscribiendo los planteamientos de José Carlos Mariátegui, presentamos un esquema sobre la línea de clase en el movimiento de obreros y trabajadores.

Dos caminos se enfrentan en nuestro país, el camino democrático del pueblo y el camino burocrático de la gran burguesía, los terratenientes y el imperialismo. El movimiento de obreros y trabajadores es parte del camino democrático. El carácter clasista de este movimiento, se basa en dos principios fundamentales: el principio de la unidad proletaria y el principio clasista. Sobre esta base se han definido históricamente los “deberes básicos” o programa clasista del movimiento de obreros y trabajadores.


LA UNIDAD PROLETARIA Y EL FRENTE UNICO.

La unidad proletaria es la incorporación de las masas trabajadoras a la lucha contra la reacción y el revisionismo, aplicando una política de frente único. ¿Qué se entiende por espíritu o política de frente único?  

1.      Partir de los problemas concretos y necesidades urgentes de las masas. “Formar un frente único es tener una actitud solidaria ante un problema concreto, ante una necesidad urgente” (Mariátegui).
2.      Sistematizar los problemas concretos y necesidades en un Programa de lucha. “El programa del frente único considera exclusivamente la realidad inmediata, fuera de toda abstracción y de toda utopía”, “No significa la confusión ni la amalgama de todas las doctrinas en una doctrina única” (Mariátegui)
3.      Luchar por el programa elaborado. “El Frente único... es una acción contingente, concreta, práctica”, “cada cual debe trabajar por su propio credo. Pero todos deben sentirse unidos por la solidaridad de clase, vinculados por la lucha contra el adversario común” (Mariátegui).

LA LINEA DE CLASE Y LA ORGANIZACIÓN CLASISTA 

La unidad proletaria requiere de una organización clasista (sindicatos, comités o nuevas formas de organización) basada en la línea de clase. Una organización clasista “constituye fundamental y exclusivamente, un órgano de clase” (Mariátegui) que exige a sus afiliados la sola aceptación del principio clasista. El principio clasista es el reconocimiento de la existencia de clases explotadoras y clases explotadas, y que en esta objetiva lucha de clases tomamos partido por las clases explotadas en la lucha por sus intereses comunes.
Por lo tanto toda organización clasista es una organización de frente único del pueblo, en la que “la praxis, la táctica, dependen de la corriente que predomine en su seno. Y no hay porqué desconfiar del instinto de las mayorías” (Mariátegui), por el contrario debemos tener confianza en las masas y aplicar nuestro trabajo en las organizaciones de obreros y trabajadores, a partir de nuestro programa clasista, especificado para los sectores de nuestro trabajo de masas.


EL PROGRAMA CLASISTA

El Programa clasista en general, debe por lo menos especificar, los siguientes puntos o “deberes básicos”, elaborados por Mariátegui:

1.   Trabajar por formar en la mayoría del proletariado conciencia de clase y sentimiento de clase. La conciencia de clase es la solidaridad disciplinada con las reivindicaciones de la clase trabajadora. “No hay solidaridad sin disciplina”.
2.      Cumplir el “deber de sembrar gérmenes de renovación y de difundir ideas clasistas”
3.      “Alejar al proletariado de las asambleas amarillas y de las falsas ‘instituciones representativas’”
4.      “Luchar contra los ataques y las represiones reaccionarias”
5.      “Defender la tribuna, la prensa y la organización proletaria”
6.   “Sostener las reivindicaciones de la esclavizada y oprimida raza indígena”, del campesinado principalmente pobre.
7.      Educarnos en Elevar nuestras luchas reivindicativas por sobre el simple “deseo de mejoramiento, el apetito de bienestar”, contra la “mentalidad sanchopancesca y el espíritu poltrón”. “Un proletariado sin más ideal que la reducción de las horas de trabajo y el aumento de los centavos del salario, no será nunca capaz de una gran empresa histórica”.
8.      Trabajar por la “gran empresa histórica”: la revolución social. Es decir desarrollar lucha reivindicativa en función de la meta del proletariado y del pueblo chileno que es la conquista del poder.
9.      Trabajar por la unidad proletaria.

LA LUCHA REIVINDICATIVA Y LA CONQUISTA DEL PODER.

La lucha económica, la lucha sindical, debe desarrollarse en función de la reivindicación fundamental del pueblo que es la conquista del poder; lo que especificado para nuestra situación actual significa impulsar la lucha económica, el trabajo de masas, en función de preparar e iniciar la guerra popular. El camarada Gonzalo planteó:

“Marx nos decía en el siglo pasado, los sindicatos al comienzo han sido simple agremiación para defenderse económicamente, ése es su pasado; su presente es ya organizarse más y desarrollarse políticamente y su futuro servir a la conquista del Poder. Eso ya nos dijo Marx; entonces el problema cuál es, cómo combinamos las dos luchas, la lucha por la reivindicación que es una guerra de guerrillas como nos dijo el propio Marx: la lucha por el salario, por la jornada, las condiciones de trabajo y otros derechos que desarrolla la clase, el proletariado y el pueblo y se lanza a una huelga es una guerra de guerrillas en la cual no solamente lucha por una cuestión concreta económica o política, si es de interés general, sino que se está preparando para los grandes momentos por venir y ésa es su esencia histórica fundamental; entonces nuestro problema cuál es, compaginar la lucha reivindicativa con la conquista del Poder, a eso le llamamos desarrollar el trabajo de masas en y para la guerra popular”.
“La entrevista del Siglo”. Presidente Gonzalo. 1988.


Esta es nuestra orientación fundamental en el periodo actual.




Partido Comunista de Chile
Chile, septiembre, 2018